Autoridad Bancaria da pautas para armonizar pago primas en sector financiero

Londres, 22 may.- La Autoridad Bancaria Europea (ABE) ha publicado un borrador con pautas para definir a los directivos y empleados con actividades de riesgo dentro de las instituciones financieras a fin de armonizar el pago de primas en Europa.

La ABE, con sede en Londres, ha sometido a consulta de las entidades un conjunto de criterios cuantitativos y cualitativos que ayudarían a clasificar de forma unificada al personal cuya actividad laboral incide en el perfil de riesgo de la empresa.

Esta definición se incluiría en la nueva Directiva europea sobre requisitos de capital, que quiere limitar la remuneración variable de los empleados del sector financiero a fin de no incentivar el riesgo.

De acuerdo con el borrador de la ABE, que se somete a consulta hasta el 31 de agosto a fin de entregar una propuesta definitiva a la Comisión Europea en marzo de 2014, el personal se identificaría como "corredores de riesgos" si cumplen uno o varios de los criterios especificados.

Por una parte, están los requisitos cualitativos, que se refieren al grado de poder de decisión que tiene la persona.

Aquí habría que valorar, por ejemplo, si esta es miembro del equipo directivo, si es un alto ejecutivo o si tiene autoridad para autorizar exposiciones que suponen un riesgo crediticio, propone la ABE.

Los criterios cualitativos, por otra parte, se refieren al nivel de remuneración variable o absoluta.

En este apartado, se considerará al personal como "corredor de riesgos" si su remuneración total excede los 500.000 euros anuales, si se incluyen en el 0,3 % de la plantilla con la remuneración más alta; si sus emolumentos son iguales o mayores que los que percibe el nivel más bajo de directivos y si su remuneración variable es superior a los 75.000 euros y un 75 % del sueldo fijo.

La Autoridad establece además unos criterios "internos" que las instituciones deben aplicar teniendo en cuenta su perfil de riesgo concreto.

La ABE ha planteado estas definiciones después de que un análisis hecho en 2012 revelara que el porcentaje de empleados identificados como "corredores de riesgos" dentro de las entidades europeas difiere mucho de una institución y de un país a otro.