Babcock cierra sus puertas el viernes tras casi cien años de historia

  • La empresa vizcaína Babcock Power, en su día emblemática en el sector de bienes de equipo, cierra el próximo viernes sus puertas de manera definitiva tras casi cien años de historia y una década después de que la antigua compañía pública fuese privatizada.

Bilbao, 27 sep.- La empresa vizcaína Babcock Power, en su día emblemática en el sector de bienes de equipo, cierra el próximo viernes sus puertas de manera definitiva tras casi cien años de historia y una década después de que la antigua compañía pública fuese privatizada.

Según han informado fuentes sindicales, el próximo 30 de septiembre saldrán los últimos trabajadores -cerca de treinta- que aún desarrollan su labor en las instalaciones de la empresa, referencia décadas atrás en la historia industrial del País Vasco.

De los cerca de 5.500 trabajadores que la empresa ubicada en Sestao (Vizcaya) llegó a tener en la década de 1970, la plantilla de la compañía ascendía a cerca de 400 operarios una vez entró en proceso de liquidación hace un año.

Estos trabajadores han ido abandonando en los últimos meses en varias tandas la empresa, en la que ha quedado un pequeño grupo para dar salida a pedidos pendientes antes de su cierre definitivo a finales de mes.

Con ello se pone fin a casi cien años de historia de esta empresa, cuyos inicios se remontan a marzo de 1918, cuando se constituyó la "Sociedad Española de Construcciones Babcock Wilcox Española" por iniciativa de un grupo de financieros vascos y con la colaboración de Babcock & Wilcox Limited del Reino Unido.

En 1983 el antiguo Instituto Nacional de Industria (INI) se hizo cargo de Babcock Wilcox, que en 1992 pasó a manos de la nueva sociedad creada a partir de las empresas con beneficio del grupo INI, la extinta Teneo.

En 2001, la SEPI, que sustituyó a Teneo, vendió Babcock Wilcox al grupo alemán Babcock Borsig y la empresa vasca pasó a llamarse Babcock Borsig España.

A los nueve meses, la alemana entró en insolvencia, lo que propició la entrada en 2004 de un nuevo propietario, los austríacos de ATB. La empresa vizcaína pasó un año más tarde a denominarse Babcock Power España.

Hace un año el consorcio austríaco propietario de Babcock anunció el inicio de un proceso de insolvencia.

La quiebra de su propietario llevó a Babcock a entrar en proceso de liquidación y a presentar a primeros de este año un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción de contratos para los cerca de 400 trabajadores con los que contaba entonces.

Parte de este colectivo ha estado amparado por las garantías que la SEPI adquirió en 2008 con los empleados de la antigua Babcock Wilcox en el marco de los procesos por los que la entidad pública privatizó la empresa vasca y que consistían en garantías laborales como prejubilaciones, indemnizaciones o recolocaciones, aunque, según fuentes sindicales, estas últimas no se han producido.

Los trabajadores -unos 130- incorporados con posterioridad a la privatización de Babcock no han estado incluidos en dichos compromisos.

Babcock cierra diez años después de una privatización que, según han venido denunciando los sindicatos, se ha confirmado fracasada.

En ese período, los trabajadores de la planta pasaron de fabricar "cantidad" de productos "de prestigio internacional" a ir "perdiendo, perdiendo..." hasta "no tener nada", según se lamentaba hace unos meses un operario de la fábrica en conversación con Efe.

Mostrar comentarios