Baja inflación en zona euro y tensión en Ucrania, inquietudes de Lagarde

  • La baja inflación en la zona euro y la reciente tensión geopolítica en Ucrania son motivos de inquietud para la "modesta mejoría" que ha experimentado recientemente la economía global, afirmó hoy Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Alfonso Fernández

Washington, 2 abr.- La baja inflación en la zona euro y la reciente tensión geopolítica en Ucrania son motivos de inquietud para la "modesta mejoría" que ha experimentado recientemente la economía global, afirmó hoy Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

En su habitual conferencia previa al inicio de la reunión de primavera del organismo internacional de la próxima semana en Washington, Lagarde analizó la situación de la economía global, cuya recuperación todavía consideró "lenta" y "frágil".

La exministra francesa de Finanzas hizo especial énfasis en el "modesto" repunte de la zona euro, donde apuntó a la baja inflación como un "obstáculo" a la consolidación del crecimiento a corto plazo.

"Existe el riesgo en ascenso de lo que denominamos la baja inflación, particularmente en la zona euro. Un periodo potencialmente prolongado de baja inflación puede ralentizar la demanda y la producción, y con ello el crecimiento y la creación de empleo", subrayó Lagarde en la charla celebrada en la School of Advanced International Studies de la Johns Hopkins University en Washington.

Por ello, insistió en que el Banco Central Europeo (BCE) tiene margen de maniobra para aplicar una "política monetaria más expansiva, incluidas medidas no convencionales, para elevar la perspectiva de alcanzar el objetivo de estabilidad de precios en la zona euro".

El último dato de inflación en el conjunto de la zona euro mostró una desaceleración en marzo de dos décimas, hasta el 0,5 %, por lo que algunos analistas consideran que el BCE, en su reunión de mañana, puede tomar algún tipo de medida para encarar esta situación.

Por otro lado, alertó sobre el reciente "auge de las tensiones geopolíticas", y que pueden tener consecuencias negativas sobre las perspectivas económicas globales.

"La situación en Ucrania es una de las que, si no se gestiona bien, podría tener implicaciones más amplias", precisó la dirigente del FMI, que se encuentra actualmente analizando un programa de ayuda financiera al gobierno de Kiev de entre 14.000 y 18.000 millones de dólares para estabilizar su economía.

La crisis en Ucrania, tras la anexión de la península de Crimea por Rusia, ha provocado que la UE y EEUU hayan impuesto sanciones económicas a Moscú.

También se refirió a "la creciente volatilidad en los mercados emergentes asociada a la retirada del estímulo monetario en EEUU" y combinada "con un clima financiero externo en general menos benigno".

Estados Unidos, la economía avanzada que registra un mejor ritmo de crecimiento tras la aguda crisis financiera de 2009, ha comenzado a desmontar su multimillonario programa de estímulo a través de la compra de bonos, lo que ha generado ciertos episodios de rápida salida de flujos de capital desde mercados emergentes hacia activos más seguros como el dólar.

En este sentido, Lagarde subrayó que navegar "las agitadas aguas de las normalización financiera" requerirá la cooperación internacional en los reguladores y los bancos centrales.

E insistió en la necesidad de "una comunicación continuada y clara" entre todos los bancos centrales.

El próximo 8 de abril el FMI publicará su esperado informe de "Perspectivas Económicas Globales" con sus nuevas proyecciones y su valoración del panorama económico internacional.

"En 2013, el crecimiento global fue del 3 %; proyectamos una modesta mejoría en 2014 y 2015, aunque todavía por debajo de tendencias pasadas", adelantó Lagarde, al recalcar que el crecimiento es aún demasiado débil para "acomodarnos".

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