Banco Central de Brasil mantiene tasa de referencia en 14,25% anual

  • El Banco Central de Brasil decidió este miércoles mantener su tasa de interés anual en 14,25% por quinta vez consecutiva con el objetivo de no agudizar la recesión que atraviesa el país, a pesar de la creciente inflación.

"Evaluando el escenario macroeconómico, las perspectivas para la inflación y el actual balance de riesgos, y considerando las incertidumbres domésticas y, principalmente externas, el Copom (Comité de Política Monetaria del Banco Central) decidió mantener la tasa Selic en 14,25% al año, por seis votos a favor y dos por elevar la tasa Selic en 0,50 p.p", indicó el ente emisor en un comunicado.

Ésta es la quinta vez sucesiva que el Banco Central conserva estable la tasa de interés desde que en julio realizara el séptimo aumento consecutivo hasta llevarla a 14,25%.

La decisión, esperada esta vez por el mercado, llega cinco semanas después de que el organismo sorprendiera al mantener la tasa de referencia sin cambios en su primera reunión del año. La medida dividió entonces las opiniones entre analistas que consideraban que era correcto dado el escenario recesivo actual y otros que acusaron al gobierno de la presidenta izquierdista Dilma Rousseff de haber presionado para que no subieran los intereses.

Brasil cerró 2015 con su inflación más alta desde 2002, de 10,67%, lejos del techo de 6,5% establecido como meta anual. En 2014, los precios habían aumentado un 6,41%.

La escalada continuó este enero, cuando la inflación fue de 1,27% y marcó el mayor nivel para el primer mes del año desde 2003.

Para los sindicatos, sin embargo, la decisión del Copom es "decepcionante", puesto que consideran que unos intereses más bajos favorecerían la recuperación económica y, con ella, una mejora del mercado laboral.

"Al mantener la tasa Selic, el gobierno penaliza el sector productivo y la generación de empleos y renta. Es una decisión nefasta, basada en una política económica equivocada, que acelera a la economía en dirección a un remolino de incertidumbres, penalizando a los trabajadores", consideró Paulo Pereira da Silva, presidente de Força Sindical.

Más compresivos con la decisión del Banco Central -al que consideran presionado de un lado por los precios y por la recesión del otro- los industriales instaron al gobierno a que adopte medidas económicas firmes para sacar al gigante sudamericano de la tormenta perfecta por la que atraviesa.

"La tasa de 14,25% anual es muy alta y perjudica el crecimiento de la economía. La reducción de los intereses depende de reformas estructurales y de un ajuste fiscal efectivo, que restablezca la confianza de los agentes económicos y aleje el riesgo de una trayectoria creciente e insostenible de la deuda pública brasileña", analizó la Conferencia Nacional de la Industria en una nota.

Con la inflación al alza, el desempleo aumentando y sin capacidad de ahorro, Brasil perdió recientemente el título de buen pagador, esta vez a manos de la agencia Moody's, que se transformó así en la tercera gran calificadora en degradar la nota de deuda del gigante sudamericano a categoría "basura" después de Standard & Poor's y Fitch.

La economía del país que en agosto acogerá los Juegos Olímpicos, en Rio de Janeiro, caería entre 3,7% y 4,1% este año, según las previsiones más recientes del gobierno y del Banco Central, lo que produciría el primer bienio recesivo desde los años 30.

A la espera de que este jueves se conozca el resultado oficial del PIB de 2015 -la administración estimó que habría retrocedido un 3,1%-, el Fondo Monetario Internacional ya proyectó en enero que la economía brasileña se contraería un 3,5% en 2016.

En medio de ese panorama, la situación política no es más sencilla para el gobierno de Rousseff, que enfrenta la posibilidad de un juicio político y cuenta con poca fuerza para llevar adelante en el Congreso un paquete de medidas que serviría para reajustar las deterioradas cuentas fiscales.

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