Será el próximo mes de marzo cuando Barclays presente los resultados obtenidos por su filial española, pero en los principales despachos de la entidad ya saben que las pérdidas van a ser voluminosas.
Según ha podido confirmar lainformacion.com con fuentes conocedoras de estos cálculos, la entidad prevé reportar unos números rojos superiores a los 200 millones de euros.
Todo un golpe, teniendo en cuenta que hasta septiembre las pérdidas se habían situado en los 106,6 millones, cifras que ya le convertían en el banco con peores resultados del parqué nacional (excluyendo al intervenido Banco de Valencia).
Este salto de dimensión responde a las duras provisiones que está llevando a cabo la entidad en España. Una parte de ellas se destaparon el pasado viernes en Reino Unido, cuando el gigante británico hizo públicos sus resultados correspondientes al ejercicio 2011.
En ellos reconocía una provisión de 550 millones de libras (656 millones de euros), que la entidad ha achacado a la compra de Zaragozano, banco que adquirió hace nueve años.
Desde la entidad declinan hacer comentarios y se limitan a recordar que los resultados serán comunicados el próximo mes de marzo.
Cierre de oficinas
A estas pérdidas le seguirá un nuevo plan de cierre de oficinas, que llevará a cabo Barclays a lo largo de todo este ejercicio y que, en principio, estára por debajo del 10% del parqué actual.
No obstante, este ajuste llega apenas siete meses después de que la entidad británica clausurara 120 oficinas y recortara en casi 700 puestos de trabajo su fuerza laboral en España.
En esta ocasión, la intención del banco pasa por intentar llevar a cabo los ajustes sin despidos, limitándose a recortar la plantilla en lo que se considera la rotación normal del sector y sin reponer las bajas.
Madrid será la más afectada por los cierres de oficinas, ya que es la comunidad donde más amplia es la red de Barclays: tiene 136 de las 460 sucursales que posee la entidad tras los recortes llevados a cabo el año pasado.
Con estas cifras, un ajuste inferior al 10% significaría el cierre del entorno de 40 oficinas en toda España, como máximo.
Esta política de recorte de sucursales está en línea con la nueva realidad del sector financiero español, cada día más consciente de que debe adelgazar su red.
Según diversos estudios, en España hay una oficina por cada 1.000 clientes, cuando la tendencia es una por cada 3.000.
Barclays es una de las entidades que suspendió los exámenes de solvencia en España y la matriz británica le inyectó el año pasado los 552 millones que ha necesitado para alcanzar el ratio de solvencia del 8% exigido.
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