Barroso defiende la austeridad y rechaza un crecimiento alimentado con deuda

  • El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, insistió hoy en que la única opción para los países con mayores problemas económicos pasa por restaurar la solidez de sus cuentas públicas y no por endeudarse para tratar de reactivar el crecimiento.

Bruselas, 7 mar.- El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, insistió hoy en que la única opción para los países con mayores problemas económicos pasa por restaurar la solidez de sus cuentas públicas y no por endeudarse para tratar de reactivar el crecimiento.

"La crisis ha mostrado que el crecimiento alimentado con deuda es un crecimiento artificial. Es simplemente insostenible", dijo Barroso en un discurso pronunciado en Bruselas, en el que defendió la política económica europea.

El jefe del Ejecutivo comunitario rechazó los llamamientos para "financiar crecimiento con deuda" y aseguró que los países "que han perdido o tienen riesgo de perder el acceso a los mercados" o que "pagan precios prohibitivos por su financiación soberana por sus excesivo déficit o deuda", no pueden "darse el lujo de elegir".

"Su única opción es restaurar la sostenibilidad de sus finanzas públicas. Si no lo hacen se enfrentarán a costes de financiación crecientes con todas sus consecuencias negativas para la economía real, el crecimiento y el empleo", aseguro.

Por ello, Barroso aseguró que la primera prioridad de la UE es "asegurar la estabilidad macroeconómica", al ser una condición necesaria para la inversiones y el crecimiento, y consideró que Europa va por la buena vía en ese ámbito.

Como muestra, recordó que el déficit de los países europeos se ha reducido a la mitad desde 2009 y destacó los progresos alcanzados en el saneamiento del sector bancario.

También puso como ejemplo la estabilización de los mercados y el retorno de "signos de confianza", como la caída de las primas de riesgo de países como España, Irlanda y Portugal.

Barroso también apuntó al "reajuste" de las economías europeas y señaló el caso de España, país que Bruselas espera que pase de tener un déficit en la balanza comercial a marcar un superávit gracias a un aumento del 20 % en las exportaciones en los últimos dos años.

En todo caso, subrayó que la competitividad en el caso de los europeos no puede centrarse sólo en "reducir los costes de los productos y servicios", sino que requiere un "delicado equilibrio en un complejo mosaico de factores sociales y políticos".

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