Bellocchio: "En mis películas nunca impongo mis principios, solo los expongo"

Valencia, 19 sep.- El director italiano Marco Bellocchio ha defendido hoy que sus películas son un reflejo de su vida y sus experiencias personales y políticas, y ha asegurado que en ellas "nunca" trata de imponer sus ideas y principios sino que los expone al espectador a través de sus personajes.

Bellocchio ha expuesto estas reflexiones durante la presentación de la retrospectiva integral de su filmografía organizada por el Instituto Valenciano del Audiovisual y la Cinematografía (IVAC), en colaboración con la Cineteca de Bolonia (Italia) y la Filmoteca de Catalunya, y que se prolongará hasta el 30 de diciembre.

Figura imprescindibles del cine italiano en las últimas cinco décadas, el cineasta ha presentado su última película, "Bella Adormentata", que se podrá ver junto a títulos como "Las manos en los bolsillos", "En el nombre del padre", "La sonrisa de mi madre", "Marcha triunfal" o "China está cerca".

"Mi filmografía responde a mi vida. En mis películas se ven mis convicciones, mis principios y mis valores pero nunca impuestos sino expuestos al espectador que mira", ha asegurado Bellocchio, para quien "la implicación" con lo que está pasando en su país es "muy importante".

Ha recordado que aunque su último filme habla de un tema "muy privado" como la eutanasia, la película "tiene que ver" con su relación con la política en estos momentos.

"No trato de proponer mensajes o ideas. El director debe defender su libertad para crear imágenes originales y en esta película indico cuál es mi posición, se ven mis valores pero no pretendo imponerlos, al revés; es como un canto a la tolerancia", ha insistido.

Bellocchio ha destacado que la sociedad italiana está en crisis, no sólo económica sino también de valores, y ha afirmado que tras "veinte años de (el ex primer ministro Silvio) Berlusconi, que han llevado a la destrucción de la cultura y la sensibilidad pero sin realizar los sueños que había prometido, ahora estamos en una búsqueda de nuevos valores".

Preguntado sobre si se siente infravalorado por la brillantez de cineastas italianos con los que ha tenido que convivir, el director nacido en Piacenza (norte de Italia) ha asegurado que "siempre hay coincidencias históricas" pero que él siempre ha seguido "su camino" y hecho "obras personales".

Por ese motivo, ha asegurado que le sorprendió mucho la "clamorosa reacción a nivel mundial" de su película "Las manos en los bolsillos" (1965) que dirigió con apenas 25 años en un momento de apogeo de directores como Federico Fellini.

Sobre el esfuerzo que se percibe en sus películas para superar determinadas condiciones personales, el cineasta ha reconocido que su obra refleja su "lucha continua" para liberarse de sus "propios fantasmas", aunque ha dudado si realmente quiere liberarse y ha aseverado que ese dilema le acompañará toda su vida.

Para el comisario del ciclo y responsable de programación de la Cineteca de Bolonia, Andrea Morini, el cine de Bellocchio es un ejemplo "rarísimo" de fuerza, vitalidad, originalidad y creatividad.