¡Bendita crisis! El negocio de Moody's puede alcanzar una cifra récord este año

Moody's ha sido uno de los nombres más repetidos durante la crisis. Sus decisiones han hecho temblar a bolsas y deudas de medio planeta, han encarecido la financiación de países enteros y han puesto contra las cuerdas a sus grandes empresas.

Y este mes volverá a ser protagonista. Antes de que llegue noviembre debe pronunciarse sobre la nota de solvencia de la deuda española y no se descarta que el organismo la deje en el temido bono basura. Un nivel que situaría el rating español bajo la categoría especulativa y del que tan solo le separa un escalón.

Pero a la agencia de calificación crediticia no le importa ser odiada por el común de los mortales, porque tiene un fuerte respaldo: el del mercado. Y es que la compañía tiene muchas papeletas para batir todos los récords este año.

Según los expertos consultados, "esta mejora se puede deber a que en un contexto económico tan duro como el actual y con la incertidumbre tan elevada, este tipo de empresas recibe más peticiones de lo normal (por ejemplo, que valoren las necesidades de las comunidades autónomas españolas o de la banca). Todo ello sin olvidar su principal trabajo: calificar a países y empresas".

La prueba de que esta sensación se acerca mucho a la realidad es que Moody's está mejorando a medida que avanza la crisis. Si se cumplen sus propias previsiones, los ingresos y el beneficio por acción marcarán máximos en lo que llevamos de siglo, mientras que sus ganacias totales volverán a niveles de 2006.

Hace justo un mes, la agencia de rating revisó al alza sus pronósticos para el conjunto de este ejercicio. Y éstas fueron sus conclusiones.

Para empezar, estima que su facturación crecerá entre un 12% y un 13% frente a 2011, lo que significa que espera ingresar entre 2.554 y 2.577 millones de dólares en este año (en euros, entre 1.971 y 1.989 millones).

Esta horquilla no tiene parangón, al menos, desde el año 2000, ya que solo ha habido dos ejercicios en los que la compañía facturó más de 2.200 millones. Fue en 2007 (cuando alcanzó los 2.259 millones de dólares) y en 2011 (cuando llegó a 2.280 millones).

Donde también batirá récord es en términos de beneficio por acción (BPA). Es decir, en el dinero que le corresponde a cada una de las acciones que componen el capital de la empresa. Según los cálculos de la agencia, su BPA cerrará el año entre 2,76 y 2,86 dólares (entre 2,13 y 2,20 euros).

Para encontrar un dato similar, hay que remontarse a 2003, cuando el BPA fue de 2,79 dólares. Ahora bien, si este año logra cerrar en la banda alta de la horquilla esperada (entre 2,8 y 2,86 dólares), 2012 será su mejor ejercicio en lo que llevamos de siglo.

Suma y sigue, porque su beneficio total podría volver a niveles anteriores a la crisis. Si se confirman los cálculos de la firma, ganará 1.235 millones de dólares.

Sería su segundo beneficio más alto del siglo, solo superado por el que consiguió en 2006. En aquel año ganó casi 1.260 millones, es decir, un 2% más que la previsión para este año.

En bolsa ya tiene su récord

Al margen de estos pronósticos, lo que es indiscutible es que Moody's ya está registrando una plusmarca en bolsa: sus acciones han subido desde enero un 33% (hasta 44,6 dólares), más del doble que el conjunto del índice Standard&Poor's 500 (la gran referencia en Estados Unidos), que ha repuntado un 15%.

Por si fuera poco, esta buena evolución ha disparado el precio de sus títulos hasta niveles de mayo de 2008. Prueba de ello es que los 44,6 dólares que marcan hoy sus acciones en el mercado están muy cerca del precio máximo de los últimos doce meses (46,26 dólares) y al que podrían llegar en los próximamente.

Dos de los grandes consensos de mercado (Bloomberg y Reuters) sitúan el precio objetivo de sus títulos en 45,75 dólares, lo que significa que éstos podrían subir otro 3%. De ahí que la mitad de ambos consensos recomiende comprar sus acciones.

Con todo, parece que mientras los problemas de las economías mundiales se recrudecen a la agencia de calificación le salen muy bien las cuentas: en lo que llevamos de siglo, nunca había tenido unos números tan sólidos como ahora.