París, 24 jun.- El empresario Vincent Bolloré fue nombrado hoy presidente del consejo de vigilancia de Vivendi en sustitución de Jean-René Fourtou, que ha estado doce años en un puesto, desde el que ha centrado el grupo francés de comunicación en los contenidos.
Por debajo de Bolloré, que controla el 5 % de la empresa, Pierre Rodocanachi fue nombrado vicepresidente, mientras que Fourtou se quedará como presidente de honor, explicó Vivendi en un comunicado.
El directorio de la compañía contará con tres nuevos miembros: Arnaud de Puyfontaine (quien ha hecho toda su carrera en la prensa) que será el presidente en lugar de Jean-François Dubos, Hervé Philippe y Stéphane Roussel.
El actual director jurídico, Frédéric Crépin, se convierte, además, en secretario general.
La junta de accionistas, con un quórum del 57,44 %, también adoptó con casi el 90 % de los votos las 18 resoluciones que se le sometieron, en particular la designación de tres nuevos miembros del consejo de vigilancia.
Se trata de Philippe Bénacin, Katie Jacobs Stanton y Virginie Morgon, de forma que esa instancia estará compuesta de 13 miembros, uno de ellos representante de los accionistas asalariados, y a los que se añadirá "próximamente" otro de los empleados.
La asamblea dio igualmente su visto bueno a la distribución de un euro por acción, pagadero el próximo día 30, en concepto de reparto de primas de emisión.
Bolloré, nacido en 1952 y doctorado en Derecho, está desde comienzos de la década de 1980 al frente del grupo familiar que lleva su nombre y que tiene tres grandes campos de actividad -el transporte y la logística, la comunicación y los medios, y el almacenamiento de electricidad- además de una cartera de activos financieros.
Fourtou había llegado en 2002 a Vivendi en un momento en que el grupo francés estaba al borde de la quiebra, dirigido por Jean-Marie Messier, procesado entre otras cosas por falsear las cuentas.
En todos estos años ha cedido algunas de sus filiales como el líder mundial de los juegos de vídeo, Activision Blizzard, el primer operador de telecomunicaciones de Marruecos, Maroc Télécom y, sobre todo, el número dos de este sector en Francia, SFR.
La cesión de esas tres filiales debería reportar a Vivendi hasta 2015 -se trata de operaciones escalonadas- más de 25.000 millones de euros que le permitirá reducir todavía más su deuda (era de 11.200 millones a finales de marzo) y repartir dividendos.
En el primer trimestre, la empresa obtuvo un beneficio neto ajustado de 161 millones de euros, un 20,1 % más que en el mismo periodo de 2013.
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