El parqué paulista había concluido la jornada del lunes con un retroceso de 1,43% en 46.590 puntos.
La Bolsa de Sao Paulo, la principal de Latinoamérica, se vio arrastrada por los descensos en otras plazas mundiales, así como por la complicada situación económica que atraviesa el gigante sudamericano.
Al desplome del real se suma el difícil escenario político doméstico, donde el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff intenta con desesperación ejecutar un ajuste fiscal que tiene resistencia en el Congreso.
La séptima economía del mundo enfrenta un complejo cóctel que mezcla recesión económica, elevada inflación y alza del desempleo.
En la sesión del martes se negociaron 6.850 millones de reales (unos 1.689 millones de dólares al cambio actual) en más de un millón de operaciones.
La bolsa brasileña tuvo una caída de 8,33% en agosto. En 2014 bajó un 2,91%, después de registrar un retroceso de 15,5% el año precedente.
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