"Hemos controlado temporalmente el escape de gas del pozo fisurado y hemos comenzado el proceso para sellarlo y poder detenerlo de forma permanente", explicó la compañía SoCalGas en un comunicado.
El fin de la fuga en el pozo del cañón Aliso, situado en la ciudad de Porter Ranch, "será declarado cuando la entidad estatal del petróleo y los recursos geológicos (DOGGR, por sus siglas en inglés) confirme que está totalmente sellado", agregó.
El portavoz de SoCalGas, Chris Gilbride, confirmó a la AFP que "ya no sale gas del pozo defectuoso", después de que se hubieron excavado 2.621 metros para "inyectar líquidos y lodo".
La empresa comenzó la perforación el 4 de diciembre para poder acceder al derrame.
Dos días más tarde, el gobernador de California, Jerry Brown, proclamó el estado de emergencia ya que el metano es 80 veces más nocivo para la capa de ozono que el dióxido de carbono.
Aunque no supone un peligro para la salud, los daños al ecosistema serán graves por las emisiones de gas de efecto invernadero que provoca.
La fiscal general californiana, Kamala Harris, denunció la semana pasada a SoCalGas por negligencia, al haber violado las leyes sanitarias y de seguridad estatales, y por haber tardado demasiado tiempo en alertar a las autoridades.
La empresa señaló en un documento bursátil sobre sus cuentas trimestrales que "al menos cuatro tipo de seguros pueden cubrir las pérdidas, los gastos judiciales y otros gastos", que pueden llegar a superar los 1.000 millones de dólares.
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