Castilla y león. Denuncian que algunos agricultores echan veneno en una zepa de palencia


La organización conservacionista Grefa (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat) denunció este miércoles que varios agricultores, desde hace al menos una semana y en plena época de cría de aves, diseminan granos de cereal impregnados con bromadiolona en algunos campos de cultivo en los términos municipales de Capillas y Boada (al sur de la provincia de Palencia), una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) conocida como ‘La Nava-Campos Sur’, incluida en la Red Natura 2000 de la UE.
Grefa señaló que la bromadiolona es un potente rodenticida suministrado por la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León para combatir las plagas de topillo y está siendo repartido por este organismo entre los agricultores de algunas zonas de la región para que lo usen en sus explotaciones.
Las zonas palentinas donde Grefa ha detectado que se echa bromadiolona son objeto de un proyecto piloto que pretende implantar un método biológico alternativo al veneno para controlar al topillo, basado en el fomento de la reproducción de dos depredadores naturales del roedor: el cernícalo vulgar y la lechuza común.
Gracias a este proyecto, se ha instalado un centenar de cajas nido para ambas especies de rapaces, distribuidas entre Capillas y Boada.
Los investigadores que desarrollan este proyecto, impulsado por Grefa y diversos organismos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), prevén que durante la actual temporada de cría cernícalos y lechuzas ocupen más del 80% de las cajas nido, pero temen que, con el reparto del veneno en las mismas zonas donde se realiza este estudio, se eche por tierra años de investigación.
Añaden que ello se debe a que la mortandad de topillos que pueda ocasionar la bromadiolona en los próximos días impida evaluar la eficacia del control biológico que ejercen los depredadores naturales y que estos acaben intoxicados al ingerir presas con veneno.
“TORPEDEAR NUESTRO PROYECTO”
Los ornitólogos calculan que una pareja de cernícalo vulgar puede capturar unos 700 topillos durante la temporada reproductora. En las 2.000 hectáreas del sur palentino donde trabajan Grefa y el CSIC se calcula que viven unas 60 parejas de cernícalos vulgares, una de las mayores densidades de la especie registradas en Castilla y León, en buena medida gracias a la ayuda que ha supuesto para estas aves las cajas nido instaladas.
“Que la Consejería de Agricultura de Castilla y León haya seleccionado esta zona del sur de Palencia para distribuir veneno a sabiendas de que estamos trabajando en ella para implantar el control biológico del topillo supone simple y llanamente torpedear nuestro proyecto”, afirmó Alfonso Paz, el biólogo de GREFA que coordina los estudios.
Paz resaltó la “enorme incoherencia que supone que esta misma consejería haya llegado a apoyar económicamente este mismo proyecto en otras zonas de Castilla y León donde lo estamos desarrollando”.
“Mucho nos tememos que en los próximos días, cuando la primera siega de la alfalfa deje al descubierto las huras de los topillos, la aplicación del veneno se convierta en masiva en el interior de esta zona protegida, por lo que estos días son decisivos para intentar frenar el desastre ecológico que se nos viene encima”, alertó.

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