Ceoe apuesta por el despido libre, aunque no gratuito

El vicepresidente de CEOE y presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, afirmó este martes que su organización apuesta por un despido libre en España, si bien quiso dejar claro que no debe ser gratuito y los trabajadores han de recibir una indemnización.
Así lo indicó Garamendi durante su intervención en un curso organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) patrocinado por BBVA en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.
“Nos guste o no nos guste es necesaria la flexibilidad en la entrada y la salida al empleo y los sindicatos se dan cuenta de que tienen que ir cada vez más por ese camino”, incidió el vicepresidente de CEOE.
Garamendi añadió que hoy en día en España el despido libre ya existe, “aunque podrá ser más caro o más barato”, pero “yo no hablo de despido gratuito”.
“Necesitamos flexibilidad laboral y yo no entro en el coste. Hay momentos en que los costes son muy elevados, pero nunca he dicho que sea libre con indemnización cero”, puntualizó el vicepresidente de la patronal.
Con respecto al contrato único, el dirigente empresarial argumentó que en el panorama español en este momento “es complicado”, si bien sí afirmó que es necesario reducir el número de contratos existentes.
Garamendi continuó diciendo que el modelo debe ser apostar por un sistema “mucho más flexible”, donde los salarios “tendrán que ir más a variable” y “todo el mundo tendremos que ceder de alguna manera”.
EXCESO REGULATORIO
Por otro lado, Garamendi incidió en que el mayor reto de la economía española continúa siendo la creación de empleo, y los ajustes del Gobierno en esta materia, especialmente la reforma laboral, “han contribuido a introducir mayor flexibilidad en las empresas”.
El dirigente empresarial advirtió de que el “exceso” de normas en España “pone en peligro la unidad de mercado”, porque la sobrerregulación “ahoga” la recuperación económica.
En este sentido, Garamendi también calificó de “excesiva” la carga fiscal que soportan las empresas, como es el caso del Impuesto de Sociedades, que considera que no debería superar el 15% en el caso de las pymes.