Cinco años de cárcel para el broker que causó pérdidas millonarias a Société Générale

  • El Tribunal Correccional de París ha condenado a cinco años de cárcel, tres de ellos de obligado cumplimiento, y a pagar 4.900 millones de euros a Jérôme Kerviel, el ex operador de mercados del banco Société Générale al que causó pérdidas multimillonarias a principios de 2008.
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El Tribunal Correccional de París condenó hoy a cinco años de cárcel, tres de ellos de obligado cumplimiento, y a pagar 4.900 millones de euros a Jérôme Kerviel, el ex operador de mercados del banco Société Générale al que causó pérdidas multimillonarias a principios de 2008.

El tribunal dictaminó que Kerviel pague la multimillonaria indemnización al banco, al estimar que es el único culpable de falsear la información del sistema informático para tomar posiciones ficticias por montos extraordinarios.

"Los elementos aportados por la defensa no permiten deducir que Société Générale tuviera conocimiento de las actividades fraudulentas de Jérôme Kerviel", declaró el presidente del Tribunal.

En la lectura del auto, el juez Dominique Pauthe afirmó que las evidencias aportadas por la defensa "no absuelven a Kerviel de la obligación de cumplir las normas", y señaló que el ex broker "excedió el ámbito de sus obligaciones mediante la adopción de posiciones especulativas sin el conocimiento del banco, y en proporciones gigantescas".

En enero de 2008, Société Général desveló que las posiciones adoptadas sin autorización por Kerviel, que comenzó a trabajar en el banco en el año 2000 y mantuvo una trayectoria profesional irreprochable hasta entonces, habían provocado a la entidad pérdidas de unos 4.900 millones de dólares.

Kerviel trabajaba en la sección dedicada a gestionar las operaciones de mercados y su misión durante cinco años fue, curiosamente, detectar procedimientos sospechosos. Después, pasó a formar parte de los actores directos de corretaje, aunque tampoco era uno de los corredores de bolsa "estrella" de la entidad.

En 2006 empezó a montar una actividad paralela y a enmascararla compensando ganancias con pérdidas y viceversa. Las operaciones se anulaban y, por tanto, no aparecían en las cuentas del banco

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