¿Cómo te afecta el cambio del cálculo de las pensiones?

  • La propuesta de elevar la base de cálculo conllevará que todas las pensiones sean menores. La única vía para compensar, en parte, esta pérdida es retrasar e incentivar la edad legal de jubilación. Pero sólo será una tirita, porque si queremos mantener el sistema, habrá que cotizar más años.
El Congreso da luz verde mañana a la reforma de las pensiones que retrasa la jubilación hasta los 67 años
El Congreso da luz verde mañana a la reforma de las pensiones que retrasa la jubilación hasta los 67 años
Ruth Ugalde

Todos vamos a tener menores pensiones. Es la consecuencia directa de los cambios que se han aprobado y que los expertos consideran absolutamente necesarios para  mantener el Sistema de Pensiones.

¿En qué consisten estos cambios? Fundamentalmente, podrían resumirse en tres grandes puntos: elevar la base de cálculo de 15 a 25 años, ampliar hasta los 37 los años cotizados necesarios para cobrar el 100% de la pensión y retrasar la edad legal de retiro desde los 65 hasta los 67 años.

Pero, para comprender cómo impactarán en nuestras futuras rentas estas modificaciones, primero debe comprenderse cómo se calcula la pensión, y ésta se hace aplicando una fórmula, cuya referencia es la suma de los sueldos cobrados durante los últimos 180 meses, es decir, los 15 años previos al retiro. Esto es lo que se conoce como base de cotización.

"Estas rentas se incrementa cada dos o tres años, en función de la situación financiera del Estado, por eso, cuanto más atrás se ponga la base cálculo, menor será la base de cotización que se coja para calcula la pensión y, en consecuencia, ésta será menor", explica Sandalio Gómez, profesor de IESE y experto en temas laborales.

"El importe que se ha ido cobrando cada mes, se actualiza al IPC, pero el problema es que 100.000 pesetas de hace 30 años, no son 600 euros actuales, por mucho que se actualice el IPC, serían unos 3.000 euros de hoy en día y, ¿cuánta gente puede decir que cobre esa cifra al mes?", añade Conchi Obispo, coordinadora del Área de Laboral y Seguridad Social de LexNova.

Esta forma de calcular las pensiones explica que, cuanto más se amplía la base de cálculo de las pensiones, menor es la renta que terminamos percibiendo cada uno. La vía más rápida para compensar este efecto es retrasar la edad legal de jubilación, porque así se consigue sumar años con bases de cotización más actualizadas y sueldos, en principio, más altos.

Por ejemplo, con una persona que ha empezado a trabajar a los 25 años y se jubila a los 65 años, su pensión se calcularía a partir de los sueldos y bases de cotización que tenga a partir de los 40 años, si la Reforma del Pacto de Toledo se hubiera limitado a ampliar a 25 años la base de cálculo. En cambio, al haberse retrasado también la edad de retiro hasta los 67 años, se empieza a contabilizar a los 42 años.

El tercer cambio es ampliar los años necesarios para percibir la pensión máxima. Actualmente, hace falta haber cotizado al menos durante 35 años para tener derecho al 100% de la jubilación.

"La propuesta de elevarlo hasta los 37 años es una manera de aligerar las arcas del públicas y garantizar la viabilidad del sistema", señala Obispo. Al obligar a cotizar más años, el Estado obtiene mayores ingresos y menos gastos. Además, quien lleve cotizados 38,5 años, podrá jubilarse a los 65 años, en vez de esperar hasta los 67 años.

Actualmente, basta con cotizar 15 años para tener derecho a la mitad de la pensión. Entre los años 16 y 25, se suma un 3% anual, y a partir de ese momento, un 2%. Con la reforma, toda esta escala se cambia.

Detrás de todos estos cambios está el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida. Estos dos factores están haciendo que cada vez haya más personas percibiendo una pensión, durante más años de los previstos cuando se diseñó el sistema, y menos trabajadores cotizando para mantener el sistema.

"Cuando se establecieron los 65 años, muy pocas personas llegaban a esa edad. Ahora, la esperanza de vida está en 80 años. Por eso, no queda más remedio que retrasar la edad de retiro y, además, establecer fórmulas que incentiven seguir trabajando, de manera voluntaria, hasta los 70 años", concluye Gómez.

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