Compromisos verdes de México, en riesgo sin medidas serias internas (expertos)

  • Los compromisos anunciados por México contra el calentamiento global corren el riesgo de quedar en "retórica" si el país no emprende drásticos cambios, más aún con la reciente reforma energética que abrió el sector a empresas privadas, advierten expertos.

Flanqueado en sus dos costados por los océanos Pacífico y Atlántico, México es altamente vulnerable al cambio climático.

Este país de 118 millones de habitantes es responsable del 1,4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y se ha propuesto reducirlas un 22% para 2030. Académicos y activistas reconocen que este compromiso es "ambicioso" y hasta "ejemplar", pero también guardan serias dudas.

Estados Unidos, junto con China, es responsable de cerca del 20% de las emisiones mundiales, y se ha comprometido a una reducción de su generación de CO2 de entre 26% y 28% para 2025.

La próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de finales de año en París será el escenario donde México se comprometerá en voz alta también a reducir de 300 a 150 el número de municipios en riesgo por calentamiento global, de forma "no condicionada", es decir, con sus propios recursos.

La intención del cónclave es encontrar la fórmula para que el mundo, que se ha calentado poco menos de un grado en el último siglo, no vea subir el mercurio del termómetro planetario más de 2 grados y logre estabilizarse máximo en ese tope para 2030.

"México ha mostrado con estos compromisos que tiene mucho coraje", incluso que "es mucho más valiente que lo que (el presidente de Estados Unidos, Barack) Obama está diciendo", dice Carlos Gay, integrante de Grupo Cambio Climático de la ONU que fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2007 junto con el exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore.

Pero "yo no sé cómo le va a hacer" el gobierno, porque "generalmente lo que le falta a México son los recursos" para desarrollar los múltiples estudios requeridos para lograr tales objetivos, asesta el científico.

Gay es además coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

"México está atrasado en (equipos para) alertas tempranas", ejemplifica. "La voluntad política tiene que venir acompañada con recursos" para la ciencia.

El director de campañas de Greenpeace México, Gustavo Ampugnani, también saluda la "ambición" del gobierno. "Pero estamos hartos de retórica", acota, al recordar que la Ley de Transición Energética es la única legislación secundaria de la reforma energética aún no aprobada en el Congreso.

Dicha ley establecería que en 2024 el 35% de la generación de energía tendría que provenir de fuentes renovables.

La reforma, que en 2014 abrio el nacionalizado sector energético a empresas privadas, está encaminada a "a inyectar capital fresco a la exploración y explotación de petróleo", cree Amupgnani.

El activista advierte que hay comunidades de las costas del estado petrolero de Tabasco (este) que ya han sido desplazadas tierra adentro por el aumento del nivel del mar.

México ha pasado "toda la vida dependiendo del petróleo, y estamos acostumbradísimos a que el petróleo nos salva, y gracias al petróleo la administración pública básicamente sobrevive. Entonces es muy difícil la transición al nivel toma de decisiones", dice Sara Ávila, experta en gestión energética de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).

Las compromisos de México y su vecino Estados Unidos están basados en las emisiones que se producían en 2013 y 2005, respectivamente, una línea base que plantea un escenario lúgubre para Carlos Gay.

Para lograr que el mundo no se caliente otros dos grados, y asista a impensables catástrofes, los compromisos de los países tendrían que apuntar a reducciones de emisiones de un "80%, pero por debajo de las emisiones de 1990", dice acalorado Gay.

México no puede comprometerse a fijar su meta partiendo de las emisiones de años más atrás que el 2013 porque no sería "real", dice a la AFP el secretario (ministro) de Medio Ambiente, Juan José Guerra.

El funcionario argumenta que México "tiene que crecer" y su prioridad es "abatir la pobreza", que afecta a casi la mitad de su población.

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