Congreso brasileño autoriza elevar déficit fiscal a 2% del PIB en 2015

  • El Congreso brasileño aprobó este miércoles aumentar el rojo fiscal para 2015 de la séptima economía del mundo, que podrá concluir el año con un déficit de hasta el 2% del PIB, muy lejos del ahorro inicial que preveía el gobierno.

La medida permitirá a la administración de la presidenta Dilma Rousseff alcanzar un déficit de hasta 119.900 millones de reales (unos 31.200 millones de dólares al cambio actual), semanas después de haber revisado por quinta vez la meta fiscal en medio de la severa crisis económica por la que atraviesa el país.

Esta decisión clave para que la administración brasileña pueda manejar las cuentas de 2015 acabó eclipsada por la aceptación del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, de la apertura de un juicio político a Rousseff, que estuvo a punto de suspender esta sesión que se extendió durante siete horas.

A finales de octubre, la última revisión de los ministerios de Planificación y de Hacienda borró el ahorro fiscal primario proyectado de 2.237 millones de reales -equivalente al 0,15% del PIB antes del pago de intereses de la deuda- y anunció un déficit de 51.800 millones de reales (13.507 millones de dólares), equivalente a un 0,9% del PIB.

El gobierno, sin embargo, hizo una nueva revisión días después en la que incluyó las deudas de 57.000 millones de reales (unos 14.800 millones de dólares) que el tesoro tiene con las entidades financieras estatales y que arrastra desde el año pasado, dejando la meta cercana al 2% de déficit.

Esos atrasos fueron la base para que la auditoría de la república rechazara la rendición de cuentas del gobierno del 2014, algo que se dio por primera vez desde 1936, señalando que se habían maquillado los números para mejorar el saldo final.

Estas prácticas fueron, además, uno de los argumentos esgrimidos por la oposición para pedir la apertura de un juicio político a la presidenta Rousseff, solicitud que atendió Cunha minutos antes de que el Congreso permitiera el déficit en las cuentas.

Hundido en una recesión económica, los problemas fiscales que afectan las cuentas brasileñas llevaron a la agencia Standard & Poor's a retirarle el grado inversor al mayor país de Sudamérica. Las otras grandes calificadoras, Moody's y Fitch, bajaron la nota de Brasil al último escalón y lo dejaron al borde de perder el certificado de buen pagador.

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