El próximo 30 de junio se cumple el plazo para que presenten la declaración todos aquellos contribuyentes a los que Hacienda deberá devolver dinero. ¿Eres uno de ellos? Si todavía no lo tienes claro, o si crees que no, mira con lupa todas las deducciones que existen por compra y alquiler de vivienda.
Pero no te limites a las nacionales, sino que debes analizar con detalle las ventajas que tiene vivir en una u otra comunidad autónoma, porque los gobiernos regionales han multiplicado en los últimos años las rebajas fiscales ligadas a la vivienda.
Tanto, que incluso alguna, como Madrid, ha desafiado la desaparición de la desgravación por compra de vivienda elevando en un punto la cuota autonómica. Esto significa que, frente al 15% permitido, sobre un máximo de 9.015 euros, que se puede rebajar cualquier español, los madrileños pueden apuntarse un 16%.
Además, el próximo año, cuando desaparezca esta deducción de las cuentas nacionales, el Gobierno de Esperanza Aguirre lo mantendrá, lo que permitirá a los madrileños seguir beneficiándose de ese 6%.
Otras comunidades, como Castilla y León, Cantabria y La Rioja, utilizan los beneficios fiscales para incentivar la compra de viviendas en zonas rurales o en núcleos con peligro de despoblación.
Además, los jóvenes cuentan con un amplio abanico de posibilidades en función de dónde vivan. Por ejemplo, Extremadura, Andalucía o Murcia ofrecen un 3% adicional por la adquisición de vivienda para este grupo de población.
También son habituales las ventajas fiscales en los alquileres para menores de 35 años y para rentas inferiores a 24.700 euros, aunque aquí existe una amplia letra pequeña que diferencia a cada comunidad.
Por ejemplo, Extremadura limita a 19.000 euros la renta máxima para poder beneficiarse de esta ayuda en los alquileres (24.000 si se hace la declaración conjunta), Cataluña la limita a 33 años y unos ingresos de 22.000 euros; y la Comunidad Valenciana la eleva hasta 27.790 euros (44.955 euros en conjunta).
Algunas regiones también utilizan las armas fiscales para facilitar el alquiler de los mayores de 65 años; otras, para favorecer a las familias numerosas; y otras tienen deducciones para las zonas rurales y despobladas, como también hacen con la compra.
De ahí que, antes de confirmar tu borrador, te conviene repasar bien todas las posibles deducciones. Hay más de las que imaginas.
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