Correa plantea revisar estatutos de Unasur, organismo que ve "disfuncional"

Guayaquil (Ecuador), 4 dic.- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, planteó hoy la necesidad de revisar los estatutos de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y de reflexionar sobre la institucionalidad de ese organismo, que calificó de "absolutamente disfuncional".

Correa lanzó esta propuesta en la apertura de la cumbre del grupo que se celebra en Guayaquil (suroeste), en la que Surinam transferirá la presidencia de turno a Uruguay y se rendirá homenaje al presidente de ese país, José Mujica, en la fase final de su mandato.

El mandatario ecuatoriano en su discurso de bienvenida subrayó que en la Unasur todo "debe decidirse por consenso" y abogó por establecer un nuevo sistema en el que las decisiones importantes puedan ser aprobadas por mayoría cualificada.

También criticó la existencia de veto en el organismo y consideró que es "la mejor forma de no avanzar".

Recordó que desde su creación la Unasur sufrió "graves tropiezos", como el fallecimiento de su primer secretario general, el expresidente argentino Néstor Kirchner y los problemas de salud del penúltimo, el venezolano Alí Rodríguez, a lo que se sumó la existencia de "fuerzas" contrarias a la integración regional.

Pero en la actualidad, con la designación del expresidente colombiano Ernesto Samper como secretario del bloque, que Correa calificó de "de dimensión continental", se busca "crear la ciudadanía suramericana, verdadera confirmación de nuestra identidad", aseveró.

El grupo debe buscar "la convergencia a la integración integral" de los procesos que desarrollan en la actualidad el Mercosur, la Comunidad Andina (CAN) y la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), dijo el gobernante.

"Para mantener la fe de nuestros pueblos en la integración es necesario que perciban resultados y beneficios concretos de ella", enfatizó Correa al abogar por la eliminación de las diferencias ideológicas y políticas en ese proceso. "Los hombres y mujeres de nuestra América deben estar por encima de esta clase de intereses", apostilló.

En el camino a la integración, el gobernante defendió la supremacía del ser humano sobre el capital y rechazó la existencia en el subcontinente de una opulencia que, frente a la pobreza que todavía sufre la región "va en contra de la dignidad humana".

La región cuenta con 500 millones de habitantes en un territorio de diecisiete millones de kilómetros cuadrados y podría erigirse en la cuarta economía del mundo si se unieran sus países, que suman el 6 % del producto interno bruto del mundo, comentó el mandatario ecuatoriano.

Por eso reiteró la necesidad de lograr una "nueva arquitectura financiera" para la región, que en la actualidad tiene depositados 760.000 millones de dólares en el primer mundo y al mismo tiempo depende de préstamos y de inversión procedente del exterior.

El banco del Sur y el Fondo del Sur, dijo Correa, son esenciales para evitar esa dependencia, así como tener mecanismos de intercambio compensados que minimicen el uso de una moneda extrarregional.

"Y ¿por qué no, en el futuro, tener una moneda regional?", se preguntó el presidente, quien indicó que la moneda extrarregional aumenta la vulnerabilidad y transfiere riqueza al país emisor de la misma.

También señaló que el control del sistema internacional de pagos es hoy el principal instrumento de hegemonía mundial y remarcó que "bien lo sabe argentina", que ha sido "víctima de los fondos buitres por una espuria decisión de una corte extranjera", al tiempo que expresó la solidaridad de Ecuador a su presidenta, Cristina Fernández, presente en la sala.

Correa subrayó también la importancia de destinar ingresos al desarrollo de la innovación, la ciencia y el talento humano, y de aprovechar la oportunidad de avanzar hacia el desarrollo por medio del uso de los recursos naturales para "no ser mendigos sentados en costales de oro".

El mandatario, quien abogó por establecer salarios mínimos regionales, fue crítico con los tratados de protección recíproca de inversiones, en virtud de los cuales "cualquier trasnacional puede llevar a un país soberano a una corte de arbitraje" y consideró "urgente" la creación de un tribunal de arbitraje suramericano.

"Tal vez los europeos tendrán que explicar a sus hijo por qué se unieron, pero nosotros tendremos que explicarles a los nuestros porque nos demoramos tanto" en ello, dijo el mandatario para concluir su defensa de la integración regional.