Corrupción y burocracia, primer problema de Rusia para inversores extranjeros

  • La corrupción y la burocracia son el primer problema que destacan los inversores extranjeros que trabajan en Rusia, según resaltó hoy el presidente del Banco Europeo para la Reconstrucción y Desarrollo (BERD), Suma Chakrabarti.

Moscú, 15 oct.- La corrupción y la burocracia son el primer problema que destacan los inversores extranjeros que trabajan en Rusia, según resaltó hoy el presidente del Banco Europeo para la Reconstrucción y Desarrollo (BERD), Suma Chakrabarti.

Apenas un tercio de los inversores extranjeros quieren gastar en Rusia, aunque el 70 por ciento cree que está en el buen camino para mejorar su clima empresarial, reconoció el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, durante la reunión del Consejo Consultivo sobre Inversiones Extranjeras (CCIE) que preside, reunido en Moscú.

El jefe de Gobierno ruso y el presidente del BERD expusieron algunos datos más significativos del Estudio sobre el clima empresarial en Rusia 2012, realizado por el Consejo que desde hace 18 años sienta en la misma mesa a las autoridades rusas con las multinacionales e instituciones que más invierten en el país.

Gigantes de la economía mundial como Procter&Gamble, Nestle, Ernst&Young, Siemens, BAT o Alcoa, entre otros, cuyos máximos dirigentes se desplazaron a Moscú, lamentaron las muchas barreras administrativas y un abusivo marco legal de Aduanas que entorpecen la actividad empresarial en Rusia.

El director general de Procter&Gamble, Robert McDonald, pidió a las autoridades del país crear un grupo de trabajo entre el Servicio Federal de Aduanas ruso y el Consejo Consultivo para avanzar en la hoja de ruta que persigue perfeccionar y armonizar las normativas relativas a importaciones y exportaciones.

El presidente de Siemens, Peter Löscher, recordó que el gigante alemán ha invertido alrededor de 1.000 millones de euros en distintos proyectos en Rusia, pero aún así se ha encontrado con aranceles abusivos en las fronteras rusas.

La compañía abrió recientemente una fábrica de transformadores eléctricos en la ciudad de Vorónezh, y para hacer la obra tuvieron que llevar componentes desde el exterior, lo que supuso pagar "un 25 por ciento de su valor en Aduanas", apuntó Löscher.

El presidente del consejo directivo de British American Tobacco (BAT), Richard Barrows, se quejó del excesivo papeleo "que permite a los burócratas pedir infinita documentación" durante los procedimientos para la obtención de licencias.

El directivo de BAT propuso crear un registro único que unifique los criterios y enumere todos los documentos que deben reunir las empresas extranjeras para iniciar su actividad en Rusia o introducir nuevos productos.

No obstante, los empresarios entienden que el clima empresarial ha mejorado mucho en los últimos años, y las perspectivas económicas de Rusia abren un gran potencial para los inversores extranjeros, algo que destacan todos los estudios realizados al respecto.

En 2007, solo un 8 por ciento de los empresarios que respondieron para el estudio del CCIE querían invertir en Rusia, y hoy son un 30 por ciento, subrayó el primer ministro ruso.

Otro estudio realizado por la prestigiosa consultoría Ernst&Young señala que el 80 por ciento de los rusos pasarán a engrosar las filas de la llamada clase media en 2015.

"Para entonces, Rusia se convertirá en el segundo mercado automovilístico del mundo", aventuró Klaus Kleinfeld, presidente del consejo directivo de Alcoa, tercer productor de aluminio del mundo.

Moscú ya trabaja con cuatro hojas de ruta para atender las demandas empresariales, centradas en perfeccionar el reglamento de Aduanas; facilitar el acceso a los mercados internacionales; mejorar el clima empresarial en el sector de la construcción y facilitar el acceso a las infraestructuras energéticas, aseguró Medvédev.

"Pronto serán una veintena (...), pero no hay que perder de vista que son reglamentos y normas", manifestó Medvédev, por lo que no pueden ser remodeladas a la ligera.

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