Debate sobre FMI ralentiza la ayuda a Ucrania en el Congreso de EE.UU.

  • El debate en el Congreso de Estados Unidos sobre si vincular o no un plan de ayuda a Ucrania con la ratificación de la reforma del sistema de cuotas del FMI ha ralentizado el avance de la ayuda de 1.000 millones de dólares a ese país, cuya aprobación es improbable antes de finales de mes.

Washington, 13 mar.- El debate en el Congreso de Estados Unidos sobre si vincular o no un plan de ayuda a Ucrania con la ratificación de la reforma del sistema de cuotas del FMI ha ralentizado el avance de la ayuda de 1.000 millones de dólares a ese país, cuya aprobación es improbable antes de finales de mes.

El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, volvió hoy a urgir al Congreso a incluir en el paquete de ayuda a Ucrania la aprobación de la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI), algo que enfrenta una notable oposición de legisladores republicanos como el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.

"Debemos aprobar la reforma del FMI, debemos tener (un cambio en) la cuota. Sería un terrible mensaje para Ucrania que todos hablemos apropiadamente sobre lo que está en riesgo pero después no podamos actuar", dijo Kerry en una audiencia ante el Comité de Gastos del Senado estadounidense.

El Gobierno del presidente Barack Obama intenta desde principios de este mes convencer al Congreso de que incluya la reforma al FMI de 2010, aún sin ratificar en EE.UU., en su paquete para Ucrania, con el argumento de que el Fondo tendría así más capacidad para prestar recursos a las autoridades ucranianas.

La Cámara de Representantes ya aprobó la semana pasada un paquete de 1.000 millones de dólares en garantía de préstamos a las nuevas autoridades de Ucrania, sin incluir ninguna referencia al FMI.

En el Senado, el Comité de Relaciones Exteriores sí ha incluido la aprobación de la reforma del FMI en su propia versión del plan de ayuda a Ucrania, aprobada el miércoles y que está pendiente de un voto definitivo en el pleno de la Cámara.

Esa votación no se producirá probablemente hasta finales de este mes, cuando los senadores volverán de un receso, y en caso de que respalden la versión del comité, el proyecto de ayuda a Ucrania se enviaría de nuevo a la Cámara baja, donde la mayoría republicana debería decidir si acepta que se apruebe la reforma del FMI.

Boehner ya adelantó este jueves que no cree que deban vincularse ambos temas, al subrayar en una conferencia de prensa que "el dinero del FMI no tiene absolutamente nada que ver con Ucrania".

No todos los republicanos coinciden con Boehner, como demostró este jueves el senador Lindsey Graham, a quien un micrófono abierto le jugó una mala pasada cuando ofrecía a Kerry ayuda en los esfuerzos del Gobierno por aprobar la reforma del FMI.

"¡John, buen trabajo! Ya me dirás qué puedo hacer para ayudarte con Boehner", dijo Graham a Kerry al concluir la audiencia en el Senado, refiriéndose, según fuentes de su oficina, a la posibilidad de incluir la reforma del FMI en el paquete de ayuda a Ucrania.

La reforma permitiría doblar la capacidad de préstamo de la institución internacional dirigida por Christine Lagarde hasta los 700.000 millones de dólares, y una redistribución del poder de voto con el fin de otorgar mayor peso específico en el FMI a las economías emergentes, como reflejo de su creciente papel global.

La reticencia republicana radica en el temor de que EE.UU. pierda importancia en el organismo, donde hoy por hoy es el socio con mayor capacidad de voto.

La Administración Obama argumenta que, de ratificarse la reforma en el seno de la institución, Ucrania aumentaría su capacidad para recibir préstamos por parte del Fondo.

Kerry lamentó este jueves que EE.UU. sea el único miembro del FMI que no ha aprobado la reforma.

"Nuestro liderazgo en esto está en duda. Estamos haciéndonos daño a nosotros mismos al enviar el mensaje de que no estamos preparados para liderar", subrayó el jefe de la diplomacia estadounidense.

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