Deslave minero es la peor catástrofe ambiental en la historia de Brasil

  • El deslave de lodo y desechos mineros que enterró un pueblo y contaminó toda la cuenca del río Doce, un área del sureste de Brasil mayor que Suiza, es la peor catástrofe ambiental en la historia del país, afirmó la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira.

La ministra afirmó que la recuperación de la cuenca con 230 ciudades en sus márgenes llevará 30 años, y reclamó cambios en las leyes ambientales para hacer frente a enormes desastres como éste, que dejó a 280.000 personas sin agua y mató a miles de animales.

La ruptura el 5 de noviembre de un dique que contenía desechos de la extracción de mineral de hierro en el estado de Minas Gerais desató un torrente que sepultó en minutos un poblado de 630 habitantes, con un saldo de 12 muertos y 12 desaparecidos, según el último balance de los bomberos.

La masa viscosa de fango y residuos mineros mezclados con grasas y aceites tomó cuenta del río Doce y avanzó cientos de kilómetros por los estados de Minas Gerais y Espirito Santo. Se prevé que llegue al mar este viernes o sábado.

El dique que cedió es uno de los más de 750 que existen en el estado de Minas Gerais, y pertenecía a la minera brasileña Samarco, propiedad a partes iguales de los gigantes brasileño Vale y el anglo-australiano BHP Billiton.

Rousseff dijo que las tres empresas son responsables de la tragedia. Ya han recibido millonarias multas preliminares a la espera de que finalicen las investigaciones para cuantificar daños al medio ambiente y a las víctimas del desastre.

"Está claro que lo que sucedió en el río Doce es la mayor catástrofe ambiental de este país, que no se puede repetir en ningún otro lugar", dijo Teixeira en una entrevista con el diario O Globo publicada este viernes.

"Las leyes ambientales hoy son insuficientes para lidiar con un accidente de esta magnitud", se quejó.

El fotógrafo Sebastiao Salgado, dueño de una estancia en la zona y cuyo Instituto Terra impulsa un proyecto para recuperar las nacientes del río Doce, recorrió el área devastada, se reunió con los gobernadores estatales y con la presidenta Dilma Rousseff para evaluar la tragedia y presentó una estrategia de recuperación del río que costaría unos 100.000 millones de reales (27.000 millones de dólares).

"Todo murió. Ahora el río es un canal estéril lleno de barro", dijo Salgado al diario O Globo.

lbc/cd

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