Diez compras para ahorrar en tiempos de crisis

1.- Bombillas de bajo consumo

Cambiar las bombillas incandescentes por las de bajo consumo puede reportar un ahorro eléctrico hasta del 80%. De todas las medidas posibles para ahorrar energía, es de las más rentables. Su precio, cada vez más ajustado, se acerca al de las tradicionales. Nada más fácil que según se vayan fundiendo, las reemplacemos por los nuevos focos fluorescentes.

2.- Coche eléctrico (o híbrido al menos)

Por ahora no son baratos y tienen poca autonomía pero la reducción en el consumo es tal que puede compensar. Si utilizas el coche para moverte por la ciudad (ir a trabajar o a clase, a la compra, a llevar a los niños al colegio…), tener uno eléctrico es la solución ideal. Un vehículo eléctrico gasta tan sólo 2 o 3 euros cada 100 kilómetros.

3.- Bicicleta

Sí lo que quieres es ahorrar un 100% de energía en el transporte, la bicicleta es la solución ideal. En muchas ciudades españolas todavía hay poca cultura ciclista pero poco a poco va calando. Si la orografía de tu localidad es poco apropiada para moverte en bicicleta, las hay con pequeños motores que te ayudan a superar las zonas más difíciles.

4.- Cambiar la vitrocerámica por una de gas o una cocina de inducción

La vitrocerámica convencional ha tenido mucho éxito, sobre todo, porque es muy fácil de limpiar. Pero tiene el grave inconveniente de que consume mucha electricidad. Las vitrocerámicas de gas, que son un poco más caras, sirven en cambio para recortar hasta un 70% la factura energética. Tampoco es mala opción la cocina por inducción, que optimiza el consumo eléctrico.

5.- Olla a presión

Renovar la batería de cocina puede también traducirse en reducir las facturas: una olla a presión requiere cocinar los alimentos durante mucho menos tiempo. No hay que olvidar, de todas formas, que un gesto tan simple como poner la tapa a la cacerola puede ya ahorrar un 20% en el consumo energético.

6.- Lavaplatos

Tener lavaplatos no sólo  es más cómodo, es que si has utilizado muchos cacharros, lavarlos a manos puede suponer un gasto hasta un 60% mayor. Fregar en la pila plato a plato no sólo gasta más agua sino también más energía para calentarla. Un lavaplatos clase A es la mejor solución.

7.- Plato de ducha

Se pueden hacer varias reformas en casa que a la larga suponen un ahorro, sobre todo las que afectan al aislamiento y aprovechamiento del sol. Pero más sencilla e igualmente beneficiosa es la instalación de un plato de ducha. Ducharse en lugar de bañarse ahorra nada menos que 200 litros de agua al año.

8.- Ventilador de techo o aire acondicionado por evaporación

Los aparatos de aire acondicionado han mejorado mucho en los últimos tiempos y los nuevos modelos no sólo son mucho más silenciosos sino que también gastan menos electricidad. De todas formas, no hay que descartar una alternativa mucho más barata: el ventilador de techo. El aparato es notablemente más barato y consume poca energía. Pero si vives en una zona muy calurosa y seca, lo mejor sería instalar un aparto de aire acondicionado por evaporación, que consume hasta un 90% menos que el tradicional.

9.- Un buen jersey de lana

Vestir de forma adecuada no es sólo una norma de etiqueta. Estar en casa con un jersey durante el invierno (y con ropa fresca e verano) se traduce inmediatamente en gastar menos energía. Comprar unas chaquetas de lana sale en realidad muy barato.

10.- Reductor de energía

Este dispositivo es ahora poco conocido. Quienes vivan en zonas donde la corriente eléctrica tiene vaivenes estarán familiarizados con los adaptadores que eliminan los picos en la tensión porque son la única garantía posible para que sus aparatos eléctricos no perezcan de un subidón. Los reductores de energía son muy similares: no sólo regulan la corriente sino que almacenan energía para que el suministro en la casa sea estable y también ajustado a sus necesidades.