San José, 20 jun.- El presidente de la estatal Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE), Jorge Villalobos, renunció hoy luego de que la Contraloría General de la República (CGR) frenara el avance de una refinería conjunta con China debido a violaciones contractuales.
El ministro costarricense de Ambiente y Energía, René Castro, informó en conferencia de prensa que Villalobos presentó hoy su renuncia, la cual fue aceptada por el Poder Ejecutivo, que aún no nombra a su sustituto.
La CGR declaró hoy inválido el estudio de factibilidad para la construcción de la refinería al encontrar en ese documento deficiencias y violaciones al contrato entre RECOPE y la Corporación Nacional Petrolera China Internacional (CNPCI).
La CGR ordenó a RECOPE "abstenerse de utilizar el estudio de factibilidad (...) para sustentar acciones relacionadas con la ejecución del referido proyecto de ampliación y modernización de la Refinería de Moín", ubicada en la provincia de Limón (Caribe).
El principal defecto es un incumplimiento del contrato, pues la empresa china HQCEC, que hizo el estudio de factibilidad, tiene relación con la CNPCI.
El contrato estipula que el estudio lo tiene que elaborar una firma independiente.
La CGR también encontró otras fallas en el estudio como que la rentabilidad estimada del 16,28 % "podría estar sobrestimada" y que no incluye un análisis de riesgos con las características requeridas en el contrato de acuerdo con la magnitud del negocio.
El proyecto valorado en al menos 1.300 millones de dólares pretende ampliar la capacidad de refinamiento de los 25.000 barriles diarios actuales a 60.000.
El 70 % del costo del proyecto (unos 900 millones de dólares) serán aportados por un crédito del China Development Bank (CDB) y el restante 30 % estará a cargo, en partes iguales, de RECOPE y la CNPC.
Castro dijo hoy que RECOPE tiene seis meses para contar con un "Plan B" para el estudio de factibilidad y valorar si se continúa con el proyecto.
Costa Rica y China establecieron relaciones diplomáticas en 2007 y la refinería es uno de sus proyectos conjuntos más ambiciosos.
La refinería enfrenta el rechazo de sectores ambientalistas, académicos y de la oposición política, quienes han señalado deficiencias en el estudio de factibilidad y que no beneficiará a Costa Rica.
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