Diseño y acero español en la Zona Cero de Nueva York

Madrid, 27 may.- Varias empresas españolas participan en la reconstrucción de la Zona Cero de Nueva York, suministrando acero o edificando el intercambiador de transportes del nuevo World Trade Center, que ha sido diseñado por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava y cuenta con un presupuesto de 3.400 millones de dólares.

Siderúrgicas como Urssa -que forma parte de Corporación Mondragón- o Emesa -filial de Isolux Corsán- fueron seleccionadas para producir y trasladar parte de las 11.000 toneladas de acero necesarias para la construcción de la infraestructura que soportará la estación.

La alavesa Urssa suministrará 3.000 toneladas de acero que deberá trasladar a Nueva York para su utilización como parte de la estructura que soportará las plantas del intercambiador.

En dicho contrato participa también la empresa DCM Erectors, con la producción de una viga de 450 toneladas, llamada "Vierendel", que sustentará el techo de la estación y que tiene una longitud de 55 metros, una altura de 12 metros y una anchura de 5 metros.

Esta viga ha sido desarrollada con "ingeniería de detalle", un sistema mediante el que se extrae la información necesaria de los planos originales de Calatrava para hacer un proyecto tridimensional a ordenador lo más exacto posible.

Por su parte, la empresa gallega Emesa (Elaborados Metálicos) fue designada para producir 730 toneladas de piezas de acero para la estructura metálica, por un importe de 5,3 millones de dólares (3,3 millones de euros).

En la construcción del intercambiador participa la filial estadounidense del grupo OHL, Judlau, que se adjudicó un contrato para construir parte del vestíbulo del intercambiador y de la zona de conexión por 17,5 millones de dólares (unos 13,7 millones de euros).

También tiene firma española el diseño del intercambiador. Los planos han sido diseñados por Santiago Calatrava, quien proyectó una estructura de vidrio y acero con el aspecto de un ave que extiende sus alas para volar.

Esta estructura cuenta con una cúpula alargada de cristal coronando el espacio, que se abre para permitir el paso de viento y luz y que está rodeada por costillas de acero.

Este intercambiador, cuyo presupuesto ha sufrido varios incrementos por cambios introducidos para mejorar la seguridad de la estructura, será el tercero más grande de la ciudad de Nueva York, sólo por detrás del Grand Central y de Penn Station.

Por sus más de 45.000 metros cuadrados pasarán diariamente unas 250.000 personas, conectará 13 líneas de metro y servirá como tránsito para el Porh Authority Trans-Hudson, un tren que atraviesa el río Hudson para conectar la ciudad de Nueva York y el estado de Nueva Jersey.

Además del intercambiador, el World Trade Center (WTC) contará con cinco rascacielos, un monumento conmemorativo, un museo recuerdo de las víctimas, un centro de artes escénicas y zonas comerciales y de ocio, con un presupuesto que, de momento, alcanza en total los 14.800 millones de euros.

Asimismo, la zona contará con dos estanques con grandes cataratas artificiales de 14 metros de altura que ocuparán exactamente las plantas de las dos Torres Gemelas, desaparecidas el 11 de septiembre de 2001 en el atentado terrorista.