España dispara su competitividad y muestra la mejor evolución de la Eurozona

    • Antes de 2009, los costes laborales en España subían y la productividad se estancó, pero el escenario ha cambiado y nuestro país ha logrado ganar parte de la competitividad relativa perdida.
    • Se ha mantenido la mo­­de­­ra­­ción salarial y se ha aumentado la productividad. Alemania, Francia e Italia presentan peores escenarios y deben contener sus costes para lograr converger en la Eurozona.

Durante los diez años previos a la crisis económica iniciada a finales de 2007, Alemania fue ganando competiividad respecto a sus socios comerciales. Sus costes laborales por unidad productiva (CLU) se mantuvieron estables gracias a la contención de los salarios, al tiempo que se aumentaba la productividad laboral.

Al tiempo, en países como España e Italia, la productividad se estancada, mientras las retribuciones seguían creciendo un 2,6% anual, en el caso de nuestro país, y hasta un 3,0% anual, en el de Italia. Sus costes laborales aumentaron. Esta situación, en el contexto de la Unión Monetaria, donde no es posible la devalución de las monedas, hubiera resultado inviable en el largo plazo.

En el caso de Fancia se planteó un tercer escenario. Allí, la productividad creció a un ritmo similar al alemán, pero los sueldo no pararon de crecer.

Esta complicada dinámica para países como España, sin embargo, se ha corregido sustancialmente durante los últimos años, fundamentalmente desde mediados de 2009,  según apunta un reciente estudio elaborado por La Caixa-Research.

Nuestro país ha logrado ganar parte de la competitividad relativa perdida, manteniendo estables los CLU gracias a la mo­­de­­ra­­ción salarial y a un aumento de la productividad. Sin em­­bargo, esta mejora no se ha dado en países como Francia o Italia.


Los in­­crementos salariales en Francia, pese a que se han moderado, han seguido por encima de las mejoras de productividad. En el caso de Italia, los costes laborales han seguido creciendo de forma continua por las pérdidas de productividad.

Además, parte de la competitividad perdida de los países del sur de Europa se está recuperando gracias a la evolución de los costes laborales alemanes, que han ido aumentando después de la crisis sin que aumentara la productividad.Diferentes ciclos económicos

Las economías de la Eurozona ha experimentado diferencias en su ciclo económico. Alemania mantiene una tasa de desempleo en mínimos históricos y el país seguirá creciendo, lo que implica riesgos de aumento de las demandas salariales que parece que se está produciendo. El año pasado las retribuciones crecieron el 1,7%, pero los convenios para este año y el siguiente ya apuntan subidas hasta el 3%.

Mientras, en España, Italia y Francia tienen un exceso de capacidad productiva, que debería concretarse en una reducción de las presiones salariales este año. España e Italia han cumplido y los salarios subieron el año pasado un 0,7% y un 0,4%, respectivamente. Sin embargo, en Francia los sueldos subieron el doble con España, en un escenario de crecimiento mínimo.

El informe asegura que ante esta situación es necesario "que las economías de la eurozona consigan hacer converger y contener sus CLU, tanto por la vía de las compensaciones laborales como de la productividad".

"El diagnóstico por países ha mostrado el camino que le queda por recorrer a cada economía. Ni Alemania ni sus socios europeos pueden perder de vista que es necesario incrementar la productividad laboral y las remuneraciones salariales solo en la medida en que mejore la productividad. Además, es imprescindible lograr que los CLU converjan entre sí. No se deberían repetir los errores del pasado", concluye.

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