El tráfico en España se ha desplomado un 38% como consecuencia de la crisis

Si usted es de los que utiliza de forma habitual su vehículo particular para desplarse hasta el trabajo o hacia cualquier otro destino es probable que se haya dado cuenta del fenómeno: cada vez son más los coches que se quedan aparcados en el garaje.

Hasta ahora no era más que una sensación, apenas confirmada por la caída del consumo de carburantes, pero el sistema Inrix, un medidor de tráfico que diariamente recoge datos de los modos de circulación en las principales áreas metropolitanas de varios países ha precisado los perfiles del fenómeno: en el primer trimestre de 2012 el tráfico en España cayó un 38%.

Inrix ofrece más datos interesante. Los conductores españoles pasaron una media de 25 horas en atascos, 15 horas menos que el año anterior, lo que se explica por la crisis económica y por el dramático hecho de que cada vez hay más gente que no tiene que desplazarse diariamente a su lugar de trabajo, porque directamente no lo tiene.

La tendencia decreciente del tráfico de los tres últimos años se mantiene en 2013, cuando se registró un descenso del 23% en las carreteras europeas, lo que supone que los conductores pasaron seis horas menos en atascos que en 2012.

"Siempre ha existido una estrecha correlación entre el estado de la economía y el nivel de congestión del tráfico en las carreteras", ha asegurado un ejecutivo de Inrix, Bryan Mistele.

Madrid fue la ciudad más congestionada de España, situándose en el puesto 38 a nivel europeo, con 33 horas perdidas en las carreteras en 2012, seguida por Barcelona, donde los conductores perdieron 31 horas en embotellamientos.

Bilbao se situó en el tercera posición, ya que sus ciudadanos perdieron 27 horas en atascos, 25 horas en Sevilla, 18 en Zaragoza y 16 horas en Valencia.

En Europa, de los trece países analizados, aquellos que más han sufrido la crisis económica son los que han registrado un mayor descenso en la congestión de tráfico.

En primer lugar, se encuentra Portugal que fue el país que más descenso registró desde 2011, un 50%; seguido por España, un 38%, e Italia, con una caída de un 34%.