Los inspectores confiscaron los animales a un comerciante que "no justificó la procedencia de los escualos con los certificados y guía de movilización", señaló el ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) en un boletín de prensa.
Los tiburones aún tenían sus aletas adheridas al cuerpo cuando fueron incautados por las autoridades.
De los 40 animales, 13 eran tiburones rabones (Alopias pelagicus), 26 azules (Prionace glauca) y uno tinto (Isurus oxyrinchus).
El ministerio agregó que "las aletas de tiburón fueron almacenas en las bodegas de la institución para su posterior incineración" y los cuerpos fueron donados a casas asistenciales.
La ley ecuatoriana prohíbe desde 2007 la pesca directa de tiburón, pero no castiga la caza incidental. Sin embargo, sanciona el llamado "aleteo", una práctica que consiste en pescar el pez, cercenarle la aleta y regresarlo al mar, lo que le provoca la muerte de forma cruel.
pld/yow
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