Ecuador desmantela sobretasas arancelarias en contexto adverso

Las llamadas salvaguardias por balanza de pagos fijaron aranceles de 5%, 15%, 25% y 45% a unas 2.800 partidas de importación (de un total de 6.000) para paliar la salida masiva de dólares en un escenario de merma de ingresos petroleros e inevitable pérdida de competitividad frente a países más baratos como Colombia o Perú.

La medida fue adoptada por el gobierno de Rafael Correa bajo la premisa de que la dolarización vigente desde 2000 le impide manejar la política monetaria como hacen otros países en momentos adversos. El plan elaborado por Ecuador tuvo el aval de la Organización Mundial del Comercio (OMC), a condición de que fuera temporal, de 15 meses.

Pero transcurrido ese lapso, el contexto económico externo es ahora más grave: el precio del crudo está por los suelos, el dólar se fortaleció y las monedas de los vecinos son más débiles.

"La situación no ha cambiado, pero el gobierno está obligado a desmantelar las salvaguardias por los acuerdos internacionales que tiene el país con la OMC, si no quiere enfrentar sanciones de sus socios comerciales", explica a la AFP el economista Sebastián Oleas.

Según el cronograma de desgravamiento gradual mandado a la OMC, Ecuador rebajó a finales de enero en cinco puntos porcentuales la sobretasa del 45%. En abril eliminará la sobretasa del 5%, y a partir de ese mes suprimirá progresivamente las restantes del 15%, el 25% y el 40%, hasta llegar al arancel 0% en junio de 2016.

Como en toda decisión económica, las salvaguardias dejaron ganadores y perdedores, según analistas.

Entre los primeros, figuran el gobierno, que incrementó su recaudación fiscal, algunos productores nacionales, que pudieron colocar más productos en el mercado, y los contrabandistas, que aprovecharon el abismal diferencial de precios para traer mercancía desde Colombia o Perú.

Entre las víctimas, están los importadores y los consumidores, por el drástico encarecimiento de algunos productos, así como los exportadores de otros países hacia Ecuador, que vieron mermada su demanda.

"Los consumidores han pagado eventualmente el no tener acceso a la cantidad de bienes que quisieran. No todos los bienes son sustituibles, no hay producción local para todo", señala Oleas, profesor de la Universidad de San Francisco de Quito (USFQ).

Sin embargo, se abren interrogantes. ¿Qué hará el gobierno en sustitución de las salvaguardias? ¿Bajarán los precios?

Desde hace meses, ante esta prolongada caída del crudo, la administración Correa baraja varias alternativas, entre ellas el "timbre cambiario", un complejo mecanismo para que el dinero que paguen de más los importadores sirva para financiar a los exportadores.

Pero todavía no ha anunciado ninguna.

La Asociación de Importadores de Licores es uno de los afectados por las salvaguardias: una botella de whisky escocés cuesta ahora en Ecuador USD 100 frente a los USD 30 que cuesta en Colombia o Perú, un claro estímulo para el contrabando.

"De ninguna manera van a bajar los precios. Estamos a la expectativa de cualquier nueva medida que imponga el gobierno para impedir la libre importación de productos al Ecuador", asegura a la AFP su presidente, Felipe Cordovez.

Para el economista Jaime Carrera, del Observatorio de Política Fiscal, sea cual sea la alternativa a las salvaguardias, la reducción de las importaciones para paliar la falta de dólares "se va a dar de manera automática".

"La demanda está cayendo, hay menos gasto público, menos actividad, y la economía se está ajustando a una nueva normalidad, que es la escasez de dólares", explica.

"En 2016 el déficit fiscal va a ser de gran magnitud, con las necesidades de financiamiento del gobierno, y estas reducciones de las salvaguardias van a implicar menos ingresos para el fisco y menos gasto público, lo cual tendrá costos políticos" en un año preelectoral, agrega.

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