"Las medidas fiscales chinas injustas y discriminatorias perjudican a los trabajadores y a las empresas estadounidenses y a la industria aeronáutica", afirmó el representante especial de Comercio Exterior estadounidense (USTR), Michael Froman, en un comunicado.
Concretamente, la administración de Obama inició una serie de "consultas" con China, en la primera etapa del proceso de solución de diferencias que prevé la OMC.
Washington denuncia que ciertos aviones comerciales fabricados en China están exentos de un IVA de 17% que sí se aplica a las aeronaves importadas.
"Estas medidas parecen violar las reglas de la OMC, que prohíben diferencias en la carga impositiva fundamentadas en el origen geográfico", indicó el USTR en el comunicado.
La administración estadounidense también acusa a Pekín de haber encubierto este régimen de favores a los fabricantes aeronáuticos chinos al no revelarlo públicamente.
"Nos preocupa particularmente el hecho de que China haya intentado ocultar esta política fiscal discriminatoria", señaló Froman.
Este nuevo proceso es el último de una larga serie de acciones judiciales emprendidas por Estados Unidos ante la OMC denunciando prácticas comerciales de China que serían desleales.
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