El ala dura del PP impone su tesis en la puja de Bankia por Unnim

  • Rodrigo Rato se ha encontrado con un serio opositor dentro de su propio partido, dividido ante la posibilidad de que Bankia compre entidades nacionalizadas, después de la caída de Banco de Valencia. Por el momento, el ala dura ha logrado su primera victoria, al ver cómo la fusión de Caja Madrid y Bancaja no ha acudido a la puja por Unnim.
Bankia descarta pujar por Unnim para buscar otras opciones más interesantes
Bankia descarta pujar por Unnim para buscar otras opciones más interesantes
Ruth Ugalde

Rodrigo Rato se ha encontrado con un serio opositor dentro de su propio partido, el PP, dividido ante la posibilidad de que Bankia compre entidades nacionalizadas, después de haber dejado caer a Banco de Valencia.

Por el momento, el ala dura ha logrado su primera victoria, al ver cómo la fusión de Caja Madrid y Bancaja no ha acudido a la puja por Unnim. Y eso que la subasta de la entidad catalana parecía hecha a la medida de Bankia.

Sobre todo, porque al inesperado interés que despertó Unnim para la entidad presidida por Rato se unió la letra pequeña de la reforma financiera, que en el último momento incluyó conceder dos años para realizar saneamientos a entidades que incrementasen su capital en un 10% vía fusiones.

Aunque se puntualizó que esto sería en casos excepcionales, ya que la regla general exige un 20%, esta excepción parecía hecha a la medida de Bankia.

Un escándalo

Sin embargo, Rato se ha encontrado con la férrea oposición de un ala del PP y de gran parte de la comunidad financiera, que ven con malos ojos permitir a la entidad hacerse con bancos nacionalizados, vía dinero público, después de haber dejado caer a Banco de Valencia.

"Sería un escándalo que se lo hubieran dado, ¿dejas caer a Banco de Valencia y luego pides ayudas públicas para tener un año más para arreglar tu problema?", señalan en fuentes políticas.

"Si no se han hecho cargo de Banco de Valencia, ¡cómo les van a dejar que vayan a por otra entidades!", apuntan desde un competidor de Bankia.

El problema del triunfo de esta tesis es todavía mayor para Rato, ya que también le cierra la puerta a intentar hacerse con el gallego NG Banco o con Catalunya Caixa, y limita sus opciones a prácticamente sólo dos: intentar sobrevivir en solitario o echarse en los brazos de un gigante.

La primera opción es la que está defendiendo, al menos públicamente, la entidad; mientras que la segunda prácticamente supone caer en las garras de BBVA o La Caixa -con el permiso de Santander y su bala en la recámara, Banesto-.

Las novias perfectas

Tanto la entidad presidida por Francisco González como la dirigida por Isidro Fainé han estado siempre en las quinielas para hacerse con Bankia, aunque habían perdido fuerza en las últimas semanas.

Dentro de la propia entidad se reconoce que el matrimonio con BBVA sería la operación perfecta, desde un punto de vista meramente empresarial, pero el problema es que estas bodas tienen más aristas que el negocio puro.

Estos condicionantes también han jugado en contra de una fusión con La Caixa, operación que estuvo a punto de cuajar a finales del pasado ejercicio, y que no puede darse completamente por muerta. Al menos, por el momento.

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