Sevilla.- Lautaro Acosta, delantero argentino del Sevilla, considera que está en "la buena línea" para olvidar una lesión de tobillo que le ha dejado fuera del equipo un año, y que, aunque le falta ritmo de competición, ya puede empezar "a entrar en los planes" del técnico, Manolo Jiménez.
"En principio se trataba de un esguince que generó un edema óseo, ese edema se calcificó y endureció y fue como si me hubiese crecido un hueso entre el tibial y el peroneo. Imaginaros que esos dos huesos tienen que estar separados, pues en mi tobillo estaban unidos por un hueso que había crecido ahí" ha explicado.
Eso le provocó "mucho dolor y también que una arteria regara toda la zona, lo que complicó todo, incluso la posibilidad de operar. Se intentó todo, factores de crecimiento, ondas de choque, corticoides, en la clínica Sagrado Corazón intentaron cerrar la arteria, etc. y no hubo forma de solucionarlo" pero que ahora está "bien".
"Ahora estoy trabajando con normalidad y hacía un año que no entrenaba sin molestias, dolor ni pastillas y lo único que me falta es coger ritmo de partidos", ha dicho.
Lo que peor ha llevado el jugador todo este tiempo ha sido "ver al equipo desde fuera" lo que le generaba "impotencia ver la cantidad de lesionados en la plantilla y que no se podía ayudar al equipo".
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