El argumento económico es "clave" en el debate de Escocia, según Londres

  • El ministro británico para Escocia, Michael Moore, reconoció hoy que "el argumento económico es clave en el debate sobre la independencia de Escocia", por lo que su Gobierno se esfuerza en exponer las ventajas de permanecer en el Reino Unido.

Londres, 24 abr.- El ministro británico para Escocia, Michael Moore, reconoció hoy que "el argumento económico es clave en el debate sobre la independencia de Escocia", por lo que su Gobierno se esfuerza en exponer las ventajas de permanecer en el Reino Unido.

En un encuentro con periodistas para subrayar la posición británica, Moore señaló que cuestiones como la moneda pueden ser determinantes en la intención de voto de los escoceses, sobre todo comerciantes y empresarios con intereses en las otras regiones del Reino Unido.

Tampoco se puede desestimar "el aspecto sentimental" -el sentimiento nacionalista y patriótico de los escoceses-, un elemento en el que el Gobierno de Londres no se ha centrado pero sobre el que tiene previsto promover el debate "a nivel local", según Moore.

A medida que se acerca el referéndum sobre la independencia de Escocia, previsto para el 18 de septiembre de 2014, los partidarios, como el Gobierno escocés, y opositores, encabezados por el Ejecutivo de David Cameron, exponen sus argumentos, entre crecientes tensiones.

El Ejecutivo de Londres dio a conocer ayer un informe sobre la economía y la divisa en el caso de la independencia, donde argumentó que sería prácticamente imposible que Edimburgo pudiera negociar una unión monetaria con la libra esterlina en común con el resto del Reino Unido.

Moore incidió hoy en este asunto al afirmar que cualquiera de las otras opciones -tener moneda propia, mantener la libra sin acuerdo o unirse al euro- serían "peores de lo que hay ahora, que es la mejor unión monetaria imaginable".

Para Londres, otro de los argumentos clave es la eventual adhesión a la Unión Europea, que el Gobierno escocés, liderado por los independentistas de Alex Salmond, "daba por hecha" y que "ahora se ha dado cuenta de que tendrá que negociar", según Moore.

De acuerdo con el político liberaldemócrata, que es escocés, las ventajas económicas que teóricamente traería la independencia, como la gestión de los recursos de gas y petróleo del mar del Norte, "se tendrían que negociar".

"Nuestro punto de vista es claro: Escocia está mejor como parte del Reino Unido, pues disfruta de lo mejor de cada mundo, una amplia autonomía y el apoyo de un Estado poderoso cuando lo necesita, como en cuestiones de defensa o política exterior", afirmó.

Igual que el Gobierno central, el Ejecutivo autónomo escocés está publicando una serie de informes para nutrir el debate y ha diseñado una hora de ruta sobre el proceso político que se seguiría si los escoceses votan por la independencia.

No obstante, a 17 meses del referéndum, las últimas encuestas indican que alrededor del 30 % de los habitantes de Escocia apoya actualmente la separación del Reino Unido, frente a un 50 % que se opone y el resto que está indeciso.

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