El Banco Asiático de Desarrollo augura que China crecerá un 8,2 % este año

  • El Banco Asiático de Desarrollo (ADB en sus siglas en inglés) pronosticó hoy que la economía china crecerá un 8,2 % este año impulsada por la inversión en infraestructuras y el aumento del consumo interno, motivado por el alza de los salarios y las pensiones en el país.

Pekín, 9 abr.- El Banco Asiático de Desarrollo (ADB en sus siglas en inglés) pronosticó hoy que la economía china crecerá un 8,2 % este año impulsada por la inversión en infraestructuras y el aumento del consumo interno, motivado por el alza de los salarios y las pensiones en el país.

Según la publicación anual del organismo, presentada a la vez en Hong Kong y Pekín, el ADB apuesta por una firme recuperación de la segunda economía mundial, que en 2012 creció un 7,8 %, la tasa más baja de la última década.

El Banco asegura que el repunte experimentado en los últimos meses de 2012 seguirá hasta la primera mitad de año y que "se estabilizará" en el resto de 2013 debido a los estímulos fiscales e inversiones que se llevaron a cabo en el año anterior.

Para 2014, sin embargo, las previsiones del ADB muestran una ligera ralentización del crecimiento de la segunda economía mundial, que bajaría hasta el 8 %, debido a "los mayores esfuerzos" para cumplir con políticas medioambientales más estrictas y las reformas para reducir las desigualdades de ingresos entre la población.

En la presentación del informe, el director del Banco Asiático de Desarrollo en China, Hamid Sharif, destacó que las proyecciones y el desarrollo de la economía del gigante asiático están sujetas a "varios riesgos a la baja".

"La economía china seguirá siendo vulnerable a la lenta recuperación global, algo que podría agravar la debilidad de la demanda externa, de las exportaciones y del empleo", destacó Hamid.

Entre los otros desafíos que pueden lastrar el desarrollo de la segunda economía mundial se menciona la volatilidad de los precios de los alimentos, los crecientes costes laborales, el envejecimiento de la población o los grandes proyectos de infraestructuras financiados por las administraciones locales, que derivan en un fuerte crecimiento de la deuda.

En este sentido, el Banco recomienda una reforma del sistema fiscal que otorgue más protagonismo a los entes locales para recaudar impuestos y que se pase de un sistema regresivo al progresivo "que permita reducir las desigualdades sociales".

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