El Banco de España prevé que perdure la contracción del crédito a corto plazo

Madrid, 23 abr.- El Banco de España ha asegurado hoy que el contexto de "debilidad económica y la necesidad de seguir avanzando en la corrección de los elevados niveles de endeudamiento del sector privado continuarán restringiendo el dinamismo del crédito a corto plazo".

En su último boletín publicado hoy, el Banco de España ha recordado que durante el primer trimestre de 2012 los mercados financieros mostraron una mayor estabilidad, lo que se tradujo en una mejoría en las condiciones de financiación del país.

No obstante, desde finales de marzo se ha vuelto a registrar "un fuerte rebrote de las tensiones", lo que de nuevo dificulta las condiciones de obtención de recursos en los mercados.

En el caso de las entidades financieras, ha dicho el Banco de España, el aumento de la liquidez obtenida en las subastas a tres años del Banco Central Europeo (BCE) "ofrece un colchón importante, que reduce los riesgos de refinanciación a los que se enfrentan estas instituciones".

Así, ha añadido, "se mitiga la probabilidad de que se materialice una contracción significativa de la oferta de crédito".

No obstante, ha insistido en que la situación económica y la mejora de los elevados niveles de endeudamiento del sector privado continuarán restringiendo el dinamismo del crédito a corto plazo.

En este sentido, el Banco de España ha recordado que, según los últimos datos relativos a los créditos concedidos, en el cuarto trimestre de 2011 continuó reduciéndose la financiación bancaria en todas las ramas productivas.

Ha asegurado que en este contexto de gran "incertidumbre real y financiera" la disminución de las rentabilidades que aplican las entidades financieras no se ha trasladado completamente a los préstamos concedidos a sociedades y familias.

El Banco de España también ha explicado que en el cuarto trimestre de 2011 se prolongó la senda descendente de las necesidades de financiación de España, que se situaron en el 3,4 % del PIB, en términos acumulados de doce meses, gracias a la disminución de la posición deudora de las administraciones públicas.