El banco luso BPI devuelve al Estado los fondos prestados durante la crisis

  • El Banco Portugués de Inversiones (BPI), cuyo principal accionista es Caixabank, anunció hoy que finalizó la devolución de los fondos prestados por el Estado luso durante la crisis financiera al entregar el último tramo del reembolso.

Lisboa, 25 jun.- El Banco Portugués de Inversiones (BPI), cuyo principal accionista es Caixabank, anunció hoy que finalizó la devolución de los fondos prestados por el Estado luso durante la crisis financiera al entregar el último tramo del reembolso.

La entidad bancaria informó en un comunicado a la Comisión de Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) de que entregó los últimos 420 millones de euros que faltaban por saldar de la inyección de capital recibida en junio de 2012.

El BPI, uno de los mayores bancos de Portugal, accedió en junio de 2012 a una operación de recapitalización de 1.500 millones de euros financiados a partir del préstamo del programa de asistencia de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Según el comunicado, los fondos fueron devueltos en seis tramos desde agosto de 2012 y el BPI pagó 167 millones de euros en intereses, de los que 102 millones fueron beneficios para el Estado luso.

Las ayudas prestadas se procesaron a través de instrumentos de capital contingente ("CoCos") y correspondían a la línea de crédito de 12.000 millones de euros que los acreedores internacionales pusieron a disposición de la banca portuguesa privada.

El BPI fue el primero de los tres bancos portugueses en finalizar la devolución de la ayuda y se adelantó a la conclusión del plazo, que estaba fijado para junio de 2015.

El Banco Comercial Portugués (BCP) y el Banco Internacional do Funchal (Banif) son los otros dos bancos que recurrieron a los fondos públicos y que aún continúan el proceso de devolución.

El BCP solicitó la mayor cuantía del fondo del rescate -3.000 millones de euros- y espera anticipar el reembolso después de anunciar esta semana una ampliación de capital de 2.250 millones de euros.

Por su parte, el Banif ya devolvió al Estado luso 275 millones de euros de una inyección de capital total 1.100 millones de euros y tiene previsto pagar un siguiente tramo de 125 millones de euros.

Además de los tres bancos privados, la estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD) solicitó una ayuda de 1.650 millones, que fueron financiados por el Estado luso por tratarse de una entidad pública.

Las inyecciones de capital sirvieron a la banca portuguesa para cumplir con las exigencias de la Autoridad Bancaria Europea de refuerzo de sus ratios de capital durante la crisis financiera.

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