Zaragoza.- Caja Inmaculada (CAI) obtuvo durante los nueve primeros meses del año un beneficio neto de 14 millones de euros y espera cerrar el ejercicio con 18 millones, el mismo resultado que el año pasado.
Así lo ha indicado el presidente de la entidad, Juan María Pemán, en una rueda de prensa para explicar los rasgos que caracterizarán el Sistema Institucional de Protección (SIP) con Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz cuya constitución aprobaron ayer las asambleas de las tres entidades.
El beneficio neto hasta septiembre, según el avance de resultados aportados por la entidad, cubre ya el 75 por ciento de lo obtenido en el ejercicio anterior, tras destinar 63 millones de euros a provisiones para reforzar su balance.
En este periodo, el volumen de negocio de CAI, la inversión crediticia y los recursos administrados bajaron el 2 por ciento, respectivamente, hasta 20.813, 8.414 y 11.233 millones, en cada caso.
El coeficiente de recursos propios (a junio) alcanzó el 12,46 por ciento y el "core capital" (activos de mayor calidad), el 8,64 por ciento, mientras que la liquidez se situó en el 12,6 por ciento.
La caja aragonesa terminó los nueve primeros meses del año con un ratio de créditos dudosos del 5,14 por ciento, inferior a la media de las cajas (5,39 por ciento) y un nivel de cobertura sobre los mismos del 50 por ciento, mientras que su activo aumentó el 1 por ciento, hasta 11.162 millones de euros.
Caja Inmaculada cuenta con una plantilla de 1.306 personas y 236 oficinas.
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