El bng dice que el impago del ibi por la iglesia cuesta 142 millones al ayuntamiento de santiago

El BNG ha presentado en el Congreso una proposición no de ley en la que solicita el cobro del IBI a la Iglesia católica y estima que su impago cuesta 142 millones de euros al Ayuntamiento de Santiago de Compostela.
La formación independentista reivindica el cobro de ese impuesto por los "numerosos bienes inmuebles" que posee la Iglesia y que "en casos como el de Santiago supone una merma considerable en los ingresos del Ayuntamiento", que, si se tiene en cuenta el patrimonio histórico catalogado, "pierde 142 millones de euros al año".
En caso de que no se logre la aplicación del IBI, el BNG pide "negociar con la Iglesia una compensación" para ayuntamientos como el de Santiago, "que podría consistir en la cesión gratuita de bienes inmuebles eclesiásticos que están desocupados o en la negociación de una cantidad económica".
El BNG argumenta que la Iglesia católica posee en Santiago 850.000 metros cuadrados de bienes de uso no religioso, y más de 1,1 millones de metros cuadrados en todo el municipio.
Se trata de fincas, rectorales, pisos, iglesias, casas, escuelas, plazas de garaje, cementerios, suelos sin edificar, e incluso un bloque de viviendas en el ensanche de la ciudad. "Según los datos del catastro, se trata de más de 200 propiedades", indicó.
Además, en 2010 un informe de la Dirección General del Catastro daba cifras del patrimonio estrictamente religioso de la Iglesia en Galicia. Son 7.691 inmuebles con un valor catastral de 426 millones de euros. En el caso de Santiago se añade que es sede de "provincia eclesiástica" y posee los eficios más caros: 91 en total, con un valor de 61,5 millones.
Sólo el 22,7% del patrimonio inmobiliario del Arzobispado en Santiago es de uso religioso. Además, 340.000 metros cuadrados son urbanos y 770.000 son rústicos, aunque su uso no siempre está claro.
En la situación actual de crisis, el BNG considera que "resulta incomprensible que la Iglesia católica tenga el privilegio de no tributar a Hacienda por su enorme patrimonio, al tiempo que recibe subvenciones para la conservación y mantenimiento de sus fondos patrimoniales".