El crecimiento de China, el dragón de la economía, se debe gracias a las privatizaciones del sector público, asegura un estudio. Es decir, gracias a la liberalización de la economía: el uso del capitalismo. Según un informe de Brookings Institute, las privatizaciones realizadas desde la década de los 90 hasta hoy han ayudado a propulsar una economía 'comunista' que crece a ritmos imparables. El país crecerá este año un 7%: puede parecer poco pero es un mínimo en 24 años. España se congratula por crecer alrededor de un 2% este año.
Según el informe se refleja que, ironicamente, uno de los últimos exponentes del comunismo en el mundo ha impulsado su economía gracias a la aligeración del sector del estado, en favor del sector privado. Según Brookings Institute, las reformas del sector estatal es responsable del 20% del crecimiento del TFP agregado entre 1998 y 2007.
Dos investigadores de la Universidad de Chicago, Chang-Tai Hsieh y Zheng Song, de la Escuela de Negocios, han estudiado la "revolución industrial" china en las últimas dos décadas, y llegan a la conclusión de que la privatización, fusión o cierre de los últimos 20 años del sector estatal ha supuesto un 23,2% del crecimiento agregado del sector industrial.
En los 90, se calculaba que un 50% de las empresas eran de contro público. En 2005, eran el 30%, una cifra que ha continuado descendiendo en los últimos años. No obstante, este recorte se ha llevado a cabo entre pequeñas y medianas empresas. Entre las grandes, el control sigue férreamente en el puño estatal: 67 de las 69 compañías chinas en la lista Forbes de grandes empresas son públicas.
Aún así, la liberalización de pequeñas y medianas compañías ha ayudado muchísimo a la economía del país: según los autores del estudio, ha ayudado a la productividad, ha hecho más eficiente el mercado laboral y ha mejorado incluso las empresas públicas: las que sobreviven han crecido más rápido incluso que las empresas privadas. Pero en la productividad es donde más se ha notado: la productividad en el sector público, con la aligeración de su peso, ha mejorado un 70% respecto a las compañías privadas entre 1998 y 2007. La productividad laboral es más o menos la misma que en el sector privado, mientras que la de capital es remarcadamente menor.
El estudio, no obstante, ha llegado también a una conclusión y advertencia: las grandes reformas del sector público que se iniciaron en los 90 se empezaron a quedar estancadas, y todo apunta a que, según los anuncios recientes del gobierno comunista, es abogará por el camino contrario. Así, todo apunta a que las intenciones del gobierno son afianzar más el sector estatal, algo que, advierten los investigadores, no va a ayudar a la economía china.
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