El cigarrillo impotente

  • Una nueva campaña anti tabaco en Egipto muestra una colilla de cigarrillo doblada indicando impotencia. El mensaje ha dejado a los egipcios desconcertados, a la vez que incrédulos e indignados con una imagen que además resulta demasiado explícita en una sociedad conservadora.
El Ministerio de Sanidad de Egipto ha puesto en marcha la campaña del "cigarrillo impotente"
El Ministerio de Sanidad de Egipto ha puesto en marcha la campaña del "cigarrillo impotente"
Ministerio de Sanidad de Egipto
Jon Jensen | GlobalPost

(El Cairo, Egipto). Una imagen bien puede valer más que mil palabras, pero muchos se han quedado mudos al ver una que pasa de mano en mano desde hace poco entre los egipcios.El mes pasado, el Ministerio de Sanidad de Egipto desveló su nueva arma para combatir el tabaquismo: incluir en todas las cajetillas que se venden en el país una imagen de un cigarrillo lacio, con el que se trata de representar el peligro de sufrir impotencia sexual a causa del tabaco. Al lado de la imagen del cigarrillo marchito, una frase en árabe advierte: "Fumar de manera habitual puede afectar las relaciones maritales".No es el primer mensaje gráfico de ese tipo que se usa para ilustrar los peligros de fumar, pero muchos egipcios nunca habían oído que hubiese una conexión entre la impotencia y el tabaco.

Entre muchos fumadores empedernidos, la confusión ha dado lugar a la bravuconería. "Sabemos que fumar no es bueno para la salud, pero esto no me lo creo", dice Nadir Abdel Rahim, de 40 años, que vive en el barrio de Darb el-Ahmar. "Llevo 22 años fumando, y funciono de maravilla. Demasiado bien, de hecho".Pero en esta sociedad predominantemente machista, muchos hombres parecen estar más preocupados por las mujeres, estupefactos ante la idea de que puedan ver tan fácilmente una referencia al sexo.Mohamed El-Gamal, de 33 años, del barrio obrero de Sayeda Zeinab, asegura que nunca dejará que sus hermanas vean la imagen de advertencia.

En una sociedad conservadora como la de Egipto, tanto para musulmanes como cristianos el hecho de hablar abiertamente en público sobre sexo es algo reprochable.Las mujeres, que constituyen una mínima fracción de la población fumadora de Egipto, también se han sentido ofendidas y avergonzadas por la imagen "subida de tono"."¿Cómo se les ha ocurrido usar una imagen como ésta?", dice Sally Kandil, de 32 años, que lleva 13 años fumando. "Es demasiado fuerte para un país como el nuestro", dice, escondiendo una sonrisa.

La decisión ha sido un paso rotundo del Gobierno, decidido a cortar un hábito creciente y común en la sociedad egipcia.Los fumadores campan prácticamente a sus anchas, bien sea en restaurantes, en el cine, en los vagones del tren e incluso en la sala de espera del médico. Recibir una invitación a fumar un cigarrillo de un extraño es algo tan común como ser invitado a tomar un té.La shisha, la pipa de agua, es también muy popular entre las pequeñas cafeterías que abundan por doquier en Egipto. Una larga sesión de esta pipa puede exponer a sus participantes al equivalente a fumar cinco cajetillas de cigarrillos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El Parlamento de Egipto empezó a tomarse en serio el tema en 2007, al aprobar una ley anti tabaco como parte del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco. La medida prohíbe fumar en muchos lugares públicos, como hospitales, escuelas y edificios gubernamentales, según explica Hamdy El-Sayed, el legislador que preparó y defendió la ley. La norma también establece la inclusión desde 2008 de advertencias gráficas en las cajetillas de cigarrillos, que se van cambiando cada seis meses.

Impactar a la sociedad con estas advertencias no es algo necesariamente malo, si con ello se consigue que la gente deje de fumar, opina la doctora Fatimah El-Awa, asesora regional de la OMS en control del tabaco. "El tema de la fertilidad es de gran importancia para los egipcios", explica El-Awa. "Al vincularlo al tabaco se conseguirá un gran impacto entre los usuarios".Pero conseguir aunque sea un pequeño impacto es un gran desafío.

Egipto es el mayor consumidor de tabaco en el mundo árabe. Casi el 40 por ciento de los hombres adultos fuman, y consumen 19.000 millones de cigarrillos al año, según estadísticas recientemente difundidas por el Gobierno. La media de consumo en tabaco por hogar es de unos 15 euros (20 dólares) al mes, lo que representa una cifra enorme en un país donde una quinta parte de la población vive por debajo el umbral de la pobreza.Pero no puede ser fácil dejarlo cuando un tercio de los profesionales de la medicina de Egipto se declaran fumadores."Sí, hay muchos desafíos. El nivel de aceptación social del tabaquismo es muy alto", dice El-Awa.

También hay unos cuantos retos en el ámbito político. Salvando unas cuantas excepciones, la ley que prohíbe fumar apenas se aplica, ni siquiera dentro de los edificios oficiales y los hospitales.Los cigarrillos de contrabando chinos (sin la etiqueta de advertencia), también han inundado el mercado, según El-Sayed. "Estamos frustrados. El Gobierno no está totalmente comprometido en la lucha contra el tabaco", afirma. "Creo que tienen muchos otros problemas, y piensan que esto no es algo prioritario".

Quienes se oponen al tabaco en Egipto se consuelan con el hecho de que las advertencias muy explícitas en las cajetillas están funcionando en Canadá, China, Tailandia, Brasil y otros países con importantes índices de fumadores.Ciertas imágenes pueden ofender a la gente, pero algunas veces "un poquito de realismo y de veracidad viene bien", afirma el doctor Geoffrey Fong, investigador del Proyecto Internacional de Políticas para el Control del Tabaquismo.

Aún así, en Egipto todavía hay dudas sobre la efectividad de las advertencias. Un informe gubernamental de 2008, difundido pocos meses después de comercializarse la primera cajetilla con mensaje gráfico, revelaba que la iniciativa no estaba teniendo ningún efecto sobre la venta de cigarrillos.A Hamdy El-Sayed le preocupa que los egipcios ofendidos por la imagen del cigarrillo enclenque continúen fumando, y que tapen o arranquen la foto. De hecho, al poco de comenzar a imprimirse estos mensajes en las cajetillas ya se empezaron a vender en la calle cubiertas baratas de cartón para taparlos con diseños artísticos.

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