El dinero ya no vale casi nada

  • Virgilio Navarro Z.

Virgilio Navarro Z.

Madrid, 9 nov.- Bajada de tipos en la zona del euro hasta el 0,25 %, lo que sitúa el precio del dinero en sus mínimos históricos y debería facilitar el crédito a familias y empresas, esa es la teoría. Ahora, ¿abrirán los bancos la mano?

Draghi, cuya decisión cogió a contrapié a los mercados -que creían que los tipos se mantendrían-, justificó la medida en que el BCE prevé un "periodo prolongado de baja inflación", sin observar de momento riesgo de deflación.

Esta rebaja de los tipos, añadía Draghi en su comparecencia, debería contribuir a impulsar el crédito para las empresas y los hogares de la zona del euro y, por lo tanto, reactivar la economía.

En todo caso, la medida adoptada por el BCE -Draghi reconoció que fue por mayoría y no por unanimidad- es un buen punto de partida para la segunda conferencia de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea el martes en París y que estará orientada al empleo de los jóvenes.

Seguro que la rebaja también será muy bien acogida por los ministros de economía y finanzas de la UE, quizá porque abre algún pequeño margen para el presupuesto comunitario de 2014.

Falta por ver que esa causa-efecto que plantea el BCE de dinero más barato-mayor crecimiento se plasme en economías como la española, que hasta ahora y con el dinero en cotas históricamente bajas no consigue que los bancos abran la mano del crédito.

La banca aún desconfía y prefiere hacer negocio sin apenas riesgo con bonos soberanos que con empresas y particulares, algo que seguro que no tiene muy contento al Gobierno español y, en especial, a su ministro de Economía, Luis de Guindos.

Precisamente De Guindos, sea por éste o por otros asuntos, mantiene abierto su pulso con la patronal bancaria AEB, que ha propuesto como presidente al exdirector general de regulación del Banco de España José María Roldán, perfil que no gusta en Economía.

El próximo jueves, anunció el ministro, finalizará el programa de asistencia y saneamiento de la banca española, y lo hará coincidiendo con una operación policial que ha llevado a la cárcel a varios exdirectivos de la CAM, entre ellos su director general Roberto López Abad.

La CAM parece uno de los símbolos de una época no tan lejana, pero que tantos problemas ha traído al sector financiero español, así como del auge y caída de una entidad que llegó a ser de las mayores del país y acabó intervenida.

También pesarosos por su suerte parecen los francesas, que el viernes se desayunaron con la pérdida de un nuevo escalón (del AA+ a AA) en la calificación de Standard & Poor's sobre su deuda.

En el culebrón Fagor, malas noticias. Si ya era difícil la situación para los trabajadores del grupo, parecía posible una salida para su filial Edesa, apoyada en principio por la Diputación de Vizcaya.

Finalmente, Fagor decidió que Edesa no era viable de manera independiente y la incluyó en el concurso de acreedores, entre el desánimo de sus empleados.

Frente a la tristeza de los empleados de este grupo de electrodomésticos, las sonrisas más que amplias -así de injusta y cruel es la economía- de los afortunados que apostaron en la salida a bolsa de la red social Twitter.

A diferencia del debut poco exitoso de Facebook, las acciones de Twitter ganaron más de un 70 % y pusieron de nuevo de manifiesto que la bolsa tiene sus propios códigos y que una empresa que actualmente no genera beneficios, sí genera el interés de los inversores.

Y, para finalizar, los resultados empresariales hasta septiembre, que se están publicando a lo largo de estos días y que, en general, presentan algunas caídas: Telefónica, 9 % menos; Endesa, 6,7 % menos; Repsol, 17 % menos.

La bolsa, no obstante, los ha acogido de manera más o menos favorable y, pese a recortes concretos en el Ibex-35 en esta semana, tras muchas semanas de subidas, la tendencia sigue pareciendo alcista y así lo entienden la mayor parte de los analistas.

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