El embajador de israel avisa de que transigir con irán, a la larga encarecerá el petróleo


El embajador de Israel en Madrid, Alon Bar, advirtió hoy de que transigir con Irán y su programa nuclear, a la larga encarecerá el petróleo y perjudicará a países como España, que dependen de él, como consecuencia de la escalada de tensiones que se producirá por no haberlo detenido a tiempo.
Bar hizo este diagnóstico en un desayuno informativo organizado por el Club Internacional de Prensa, en el que quiso disuadir a la UE de la política de contemporización con el régimen iraní que podría aconsejarle la necesidad de asegurar el suministro de petróleo.
El embajador se declaró convencido de que Irán continúa con su programa nuclear y avisó de que “el tiempo para parar esta programa es corto”.
Añadió que este programa supone una amenaza a la seguridad de la región y a la estabilidad mundial, y recomendó a la comunidad internacional incrementar las presiones para poner a Irán en el dilema de detenerlo o bien “sufrir consecuencias insoportables para el régimen”.
Entre las presiones que se podrían ejercer, mencionó las de imponer sanciones a la banca central iraní y a los medios de transporte relacionados con las Guardias Revolucionarias.
Según lamentó, “se retrasa mucho la decisión porque los países ponen por delante sus intereses particulares a corto o medio plazo sacrificando los intereses estratégicos comunes”.
“Para evitar una confrontación armada hay que tomar decisiones duras”, sentenció, recomendando “que la comunidad internacional diga que todas las opciones están encima de la mesa”, puesto que a veces “la mejor forma de eludir el uso de la fuerza es que la otra parte piense que no está descartado”.
Bar abordó otras cuestiones de actualidad relacionadas con el mundo árabe, sobre las que expresó la opinión oficial que ha expuesto en otras ocasiones el Gobieno israelí. Por ejemplo, dijo que el resultado de las revueltas democráticas es impredecible y que los diagnósticos que se están haciendo sólo reflejan los miedos o deseos de quien los formula.
Para él, Israel debe abstenerse de pronunciarse sobre la primavera árabe, pues no puede influir sobre ella y cualquier opinión puede entenderse como un interés directo. No obstante, el embajador aseguró que no vería lógico que unos movimientos que se pretenden democratizadores y reivindican la defensa de los derechos humanos mantuvieran la animadversión histórica de estos países al Estado de Israel.
En relación al conflicto con los palestinos, reiteró que a Israel no le preocupa que éstos tengan voz en los foros internacionales, sino que organismos como la Unesco violen sus estatutos dando entrada a miembros que no son estados sólo por dar un impulso a las reivindicaciones a los palestinos, y que éstos los utilicen para incrementar la presión mundial sobre Israel en lugar de sentarse a entablar negociaciones bilaterales para concretar la solución de los dos estados.
Según dijo, exagerar los desacuerdos y silenciar los avances puede tener su lógica desde el punto de vista táctico, pero a la postre lo que hace es restar predicamento a los palestinos moderados y reforzar la posición de los radicales.
Bar también dijo que le preocupa la evolución en Siria, no por el futuro del Gobierno de Bachar al Asad, sino por en manos de quién pueda caer su arsenal militar.
Además, calificó de “caos” la situación en el Líbano y de “insostenible a largo plazo” la acumulación de armas por la banda terrorista Hizbulá.
Por último, respecto a Turquía, atribuyó su creciente implicación en los asuntos de la región y el deterioro de sus relaciones con Israel al deseo de su primer ministro, Tayip Erdogan, de incrementar su protagonismo político y su predicamento en las calles de los países musulmanes, independientemente del reciente desencuentro a cuenta de la Flotilla de Gaza.

Mostrar comentarios