El empleo directo en el sector fundacional creció en 50.000 puestos en los últimos 10 años, a pesar de la crisis


El empleo en el sector fundacional creció entre los años 2002 y 2012 en cerca de 50.000 puestos de trabajo directos y en 150.000 indirectos, según los datos que la Asociación Española de Fundaciones (AEF) ofreció este jueves con motivo de la presentación del estudio ‘Comportamiento del empleo en el sector fundacional: actuaciones contracíclicas y derivaciones de política económica para el sector’.
El objetivo de este estudio, elaborado por la AEF desde el Instituto de Análisis Estratégico de Fundaciones (Inaef), es examinar la evolución del empleo del sector fundacional a lo largo de las distintas fases del ciclo económico español. Los resultados de la investigación ponen de manifiesto la importancia estratégica de las fundaciones en la economía española.
Durante la presentación, que contó con la intervención del presidente de la AEF, Javier Nadal; del director del Inaef, Amadeo Petitbò, y del catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha, Juan José Rubio, se destacó cómo el sector fundacional actúa como elemento estabilizador en materia de empleo.
Según indicó Petitbò, por cada empleo que se genera en el sector fundacional se crean o mantienen tres en el resto de sectores productivos, como consecuencia de la demanda de bienes y servicios por parte de la actividad de las fundaciones.
De acuerdo con la investigación, y según datos aportados por el catedrático Rubio, el empleo en el sector fundacional creció, durante el periodo 1976-2012, a una tasa media del 3,39% (desde 60.217 a 197.372), mientras que el empleo total lo hizo a una tasa media del 0,91%. En 2012, las fundaciones ocupaban a cerca de 200.000 personas.
En esta línea, el empleo en el sector fundacional en España mantuvo una tendencia creciente hasta 2011 (209.000 puestos de trabajo) y registró un comportamiento positivo en relación con el empleo total de la economía, ya que durante las fases expansivas presentó un mayor dinamismo para crear puestos de trabajo, y durante las recesiones no sólo no destruyó ocupación, sino que siguió manteniendo su pujanza.
"El componente cíclico en el sector fundacional representa una menor volatilidad mediante la generación de un empleo mucho más estable a largo plazo, y gracias a su mayor velocidad de adaptación a los cambios", afirmó Petitbó.
Así, manifestó que este papel estabilizador del sector, "tan importante en el mercado de trabajo", "vendrá determinado por los cambios normativos que se adopten para favorecer esa tendencia de crecimiento".
Por su parte, el presidente de la AEF, Javier Nadal, coincidió con el catedrático en este punto al afirmar que "los impulsos en materia fiscal para el sector fundacional generan un efecto positivo inmediato y significativo en el conjunto de la sociedad".
En términos comparativos, el comportamiento del empleo total y el empleo en fundaciones siguió un recorrido similar, aunque el de fundaciones muestra una trayectoria lineal más ascendente que el empleo total, lo cual responde a su capacidad de generar empleo y su importancia estratégica en el nuevo modelo productivo de la economía española.
Para Nadal, el sector fundacional, de acuerdo con los datos aportados por el estudio, es un agente clave en el desarrollo socio económico de España que requiere de la urgente puesta en marcha de mejoras normativas como la Ley de Participación Social y Mecenazgo, y un protectorado y registro únicos "como una necesidad vital para tener un funcionamiento técnicamente mejor para las fundaciones".
En cuanto a la Ley de Mecenazgo, el presidente de la AEF incidió en su urgencia, ya que, explicó, "es el momento oportuno para esta ley, la cual tenemos que tenerla ya". "Los incentivos deberían doblarse, al mismo tiempo que existe la necesidad de crear la figura del micro-mecenazgo y potenciar la aportación de las personas físicas", añadió.
Según advirtió, “si no la tenemos, podemos entrar en un momento de recesión en el sector de las fundaciones en España”. Asimismo, declaró que estos mayores impulsos fiscales "deben reforzar también la imagen positiva del donante y generar una cultura positiva a favor de la propuesta de medidas que aumenten y mejoren las condiciones de mecenazgo".

Mostrar comentarios