El fiscal pide 3 años de cárcel por la contaminación causada por minas de sal

  • La Fiscalía pide penas de hasta tres años y medio de prisión para tres responsables de las minas de potasio de Súria y Sallent (Barcelona), explotadas por Iberpotash, por contaminar durante años las aguas superficiales y subterráneas debido a una gestión "deficiente" de sus depósitos de residuos.

Barcelona, 13 feb.- La Fiscalía pide penas de hasta tres años y medio de prisión para tres responsables de las minas de potasio de Súria y Sallent (Barcelona), explotadas por Iberpotash, por contaminar durante años las aguas superficiales y subterráneas debido a una gestión "deficiente" de sus depósitos de residuos.

En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Efe, el fiscal acusa de un delito contra el medio ambiente al director de producción de las minas, Rafael S.; al consejero delegado José Ramón M. y al responsable medioambiental, Antonio S., para los que también pide que sean inhabilitados como profesionales de actividades industriales y castigados con multas que oscilan entre los 7.500 y los 9.000 euros.

La petición fiscal plantea también que los acusados asuman el coste de la recuperación ambiental de varios pozos que han resultado contaminados por la actividad de las minas de sal, lo que les hace inadecuados para consumo humano o animal, y pide al juzgado que abra una pieza separada para asegurar posibles responsabilidades económicas derivadas de este proceso.

En su escrito de acusación, el fiscal de Medio Ambiente, Antoni Pelegrín, señala que los procesados "no promovieron, pese a las obligaciones propias de sus cargos," las actuaciones destinadas a evitar los procesos de grave contaminación provocados por el vertido no autorizado de lixiviados procedentes de la actividad minera.

La investigación sobre este caso de contaminación se inició en el año 1997 en un depósito de residuos salinos de 27 hectáreas que la mina de Súria tenía cerca del río Cardener y que desprendía lixiviados debido a la "falta de medidas correctoras", hecho que, según el fiscal, era conocido por los procesados.

Los lixiviados, mantiene el ministerio público, iban a parar a ríos, rieras, torrentes y pozos subterráneos cuyas aguas resultaron gravemente afectadas, ya que sólo una parte de ellos eran recogidos a pie de depósito y conducidos directamente al mar a través del llamado colector de salmuera.

El depósito principal de la mina recibía cada año 1,2 toneladas de material de desecho, mezclado con hidrocarburos aromáticos policlínicos dado que el mineral había pasado antes por el proceso productivo.

En los años posteriores, varias inspecciones efectuadas por la policía pusieron de relieve los daños medioambientales causados por los lixiviados incontrolados del depósito de residuos salinos, que no sólo contenía residuos mineros sino también desechos que habían sido sometidos a procesos industriales.

Según los informes ambientales en que se basa el fiscal, la media anual de lixiviados que circulaban libremente entre los años 1997 y 2001 en el depósito de Súria eran de al menos 85.940 metros cúbicos, lo que supone un 37,8% del total de residuos generados por la mina.

El ministerio público acusa también a los responsables de Iberpotash de mala gestión en el depósito de residuos de la explotación minera de Sallent, que a principios de 1998 tenía un volumen de 14.483 metros cúbicos de residuos salinos.

En 1999, la policía detectó que se había producido una salida incontrolada de lixiviados procedentes de esos depósitos de escombros al río Llobregat en forma de filtraciones, a razón de 20 litros por cada 20 segundos, sostiene el fiscal.

Los vertidos, igual que sucedía en la mina de Súria, incorporaban compuestos orgánicos de productos peligrosos para el medio ambiente y la salud de las personas utilizados en el proceso productivo, lo que según el ministerio público era conocido por los acusados sin que hicieran nada por evitarlo.

La media anual de lixiviados vertida en el depósito de Sallent entre los años 1997 y 2003 era de al menos 280.000 centímetros cúbicos, el 13 % del total de residuos.

Algunas de las sustancias producidas por la mina de Sallent no deben ser vertidas de ninguna manera en desagües, aguas subterráneas o superficiales y sobre el suelo, dados sus efectos nocivos sobre el medio ambiente.

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