El FMI prevé que la economía mundial siga frenando por culpa de EEUU y la UE

  • El crecimiento mundial se modera con un recorte de las previsiones de expansión del PIB al 4% para 2011 y 2012, por la debilidad económica europea y estadounidense, el descenso de los niveles de confianza global y la creciente volatilidad de los mercados financieros. Para España, mantiene las previsiones de este año (es el único país europeo al que no le revisa), pero recorta de una tacada cinco décimas para 2012, hasta el 1,1%.

EFE

Cualquier revisión que se hace en estos momentos sobre la marcha de la economía está siendo, inevitablemente, a la baja. Ahora ha sido el FMI quien ha asegurado que el crecimiento mundial se modera con un recorte de las previsiones de expansión del PIB al 4% para 2011 y 2012.

¿La culpa? La debilidad económica europea y estadounidense, el descenso de los niveles de confianza global y la creciente volatilidad de los mercados financieros.

Según el informe Perspectivas para la Economía Global del Fondo Monetario Internacional (FMI) publicado hoy, el crecimiento del 4% supone una revisión a la baja de tres décimas en 2011 y de cinco décimas en 2012 respecto a lo calculado en junio pasado.

En lo que respecta a España, el FMI señaló hoy que la economía nacional mantendrá su crecimiento en 2011 en el 0,8% -una cifra que está todavía por debajo de la media europea pese a la ralentización general en la zona euro- pero rebajó sus perspectivas para 2012 del 1,6% al 1,1%.

Pese a que las previsiones del FMI son más pesimistas que las del Gobierno español, que sitúa el crecimiento de 2011 en el 1,3% y el de 2012 en el 2,3%, el dato positivo es que la economía española es la única entre las grandes de la zona del euro para la que el Fondo no rebaja su pronóstico para este año.

En 2012, España acompasará su ritmo de crecimiento anual a la media europa, cuando ambas registrarán, de acuerdo con el Fondo, una tasa de crecimiento del 1,1%.

La reducción de las previsiones de crecimiento para este año en la zona del euro (del 2% al 1,6%) es consecuencia de los planes de consolidación fiscal puestos en práctica por muchos de los países y de la subida de los precios de las materias primas.En el conjunto del planeta, mientras tanto, la fragilidad se acentúa, pese a que los gigantes asiáticos China e India mantienen para los próximos dos años expectativas de crecimientos superiores al 9% y al 7%, respectivamente.

La economía estadounidense es la que muestra una mayor rebaja de sus previsiones de crecimiento, de un punto en 2011 y nueve décimas en 2012, hasta situarse en el 1,5% este año y en el 1,8% el próximo.

"Hay serios riesgos de que apresurados recortes fiscales puedan debilitar en mayor medida las perspectivas sin aportar las reformas estructurales a largo plazo requeridas para reducir la deuda a niveles sostenibles", afirma el informe sobre la economía estadounidense.En Japón, los nuevos datos indican que el país se contraerá un 0,5% del PIB en 2011, dos décimas menos de lo calculado, y se prevé que en 2012 retorne a la senda de crecimiento con un 2,3%.

Sin embargo, el análisis del FMI resalta la importancia de que el Gobierno japonés persiga "medidas más ambiciosas" para hacer frente al abultado nivel de deuda.

¿Y qué se puede hacer entonces?

La solución de los problemas del mundo, a juicio del FMI, pasa por la necesidad de una acción coordinada en las economías avanzadas desde el punto de vista de la política fiscal "que navegue entre los dos peligros hermanos: perder la credibilidad y minar la recuperación".

El organismo multilateral subraya que los países asiáticos, especialmente las economías clave de la región como China, no están contribuyendo de manera "suficiente"a elevar la demanda interna e instan a las autoridades a apreciar la moneda para permitir este reequilibrio.

En el resto de los mercados emergentes, el informe del FMI, que a finales de semana celebra su reunión de otoño en Washington, advierte de los riesgos de recalentamiento a medio plazo en Latinoamérica, principalmente a consecuencia del alza de precios de las materias primas, el fuerte incremento del crédito y los flujos de capital.

"Una política de ajuste que elimine las presiones inflacionistas y refuerce la balanza fiscal es esencial para sostener un crecimiento equilibrado en estas economías", indica el Fondo.

No obstante, el FMI reitera que la economía mundial ha entrado en una "nueva fase de peligro", en la que la actividad económica "no sólo se ha debilitado, sino que se han incrementado los desequilibrios".

Por tanto, se impone la necesidad de un "reequilibrio externo", que implique que las exportaciones de las economías avanzadas vayan ocupando progresivamente el lugar de las exportaciones de los emergentes.

El FMI reconoce que estos "planes no se pueden tomar de la noche a la mañana", pero son la única salida para garantizar un crecimiento sostenido global.

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