El gobierno afirma que los márgenes empresariales “también deben ajustarse”


El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, afirmó este miércoles que, además de los salarios, también deben ajustarse en España los márgenes de las empresas.
En su intervención en el 22 Seminario permanente de administración y economía pública, el ministro defendió que el “principal problema” del país es la diferencia de precios con Europa, por lo que reclamó “esfuerzos adicionales” para tratar de reducir esta brecha.
En este sentido, reiteró que la moderación salarial “seguirá siendo necesaria”, pero agregó que “también se deben de ajustar los márgenes empresariales”.
Gómez reconoció que debe haber moderación salarial, pero “hay márgenes que también tienen que ajustarse al escenario”, ya que, en su opinión, tienen mayor influencia en el diferencial de precios que los costes laborales.
“El diferencial de precios se explica más por el comportamiento de márgenes y por la falta de competencia en algunos servicios que por los salarios”, dijo el ministro.
El responsable de Trabajo advirtió de que si se mantiene el diferencial de precios y no se corrige, el país seguirá teniendo “dificultades de acumulación de pérdida de competitividad”.
FIJACIÓN SALARIOS
Por otro lado, defendió el modelo de fijación de salarios que existe en España, que está referenciado a la inflación futura y que incluye el reparto de las ganancias de productividad.
Esta fórmula ha permitido, según el ministro, mantener la moderación salarial durante años, con la excepción del ejercicio 2009. En ese año, “la inercia de la negociación” provocó que los convenios ya estuvieran cerrados antes de que “se desplomara la inflación”.
Sin embargo, subrayó que en el ejercicio siguiente, en 2010, se corrigió esa situación, ya que la inflación cerró el año en el 3%, mientras que los salarios subieron un 1,1% y los costes laborales “crecieron negativamente".
Así, destacó que el modelo, “aunque con cierto retraso y cierta inercia, funciona relativamente bien”.
No obstante, apuntó que en el futuro se debería buscar un mecanismo para que desde la Unión Europea se haga una orientación sobre la evolución de los salarios común para todos los países.
“Deberíamos aspirar en algún momento a orientar, no a fijar, sino orientar la evolución salarial en el conjunto de Europa”, señaló Gómez, quien recordó que cuando en Extremadura o Cataluña se fijan salarios, no se utiliza el IPC extremeño ni el catalán, sino que se toma un índice común.
Así, defendió que si en Europa “queremos aspirar a ser una economía que tenga más cosas que una moneda común, también alguna vez, no tiene por qué ser mañana, deberíamos aspirar a tener también esos mecanismos de orientación de los salarios”. Sobre el proceso de construcción de un mecanismo de este tipo, el ministro señaló que llevará tiempo, pero “no tienen por qué ser 50 años” como con la creación de la moneda única.
Gómez aseguró que la Unión Europea debería seguir avanzando por este tipo de medidas y no por reflexiones “del tipo de que son los países mediterráneos los que tienen que pagar las culpas”. “Por ahí vamos por el mal camino”, advirtió.
En su opinión, hay una “responsabilidad compartida”, entre todos los países de la Unión sobre los problemas que sufren algunos de los estados miembro.

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