El Gobierno francés hará una reforma global de la fiscalidad sin más subidas

París, 19 nov.- El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, anunció una reforma global del sistema impositivo, al calor de las numerosas protestas que han proliferado en el país contra una u otra tasa, pero asegurando que los cambios se harán sin aumento de la fiscalidad.

"Creo que ha llegado el momento de replantearse, con total transparencia, nuestro sistema fiscal", señaló en una entrevista publicada hoy por "Les Echos" Ayrault, antes de precisar que esa reforma se llevará a cabo con un nivel de fiscalidad constante.

Lo justificó porque "el sistema fiscal francés se ha hecho muy complejo, casi ilegible, y los franceses con demasiada frecuencia no entienden su lógica y no están convencidos de que lo que pagan es justo".

Aseguró que esta reforma es "mucho más global" de las reformas que estaban previstas y explicó que "necesitamos un verdadero debate sobre el nivel del gasto público", que ahora representa el 56,6 % del Producto Interior Bruto (PIB), uno de los más elevados de Europa.

"Hay que tener el valor y la lucidez -argumentó- de replantear las cosas. Eso obligará a todos a posicionarse, tanto a la mayoría como a la oposición, y decir cuál debe ser el nivel adecuado del gasto público y cómo hacemos para financiarlo. Todo eso, respetando escrupulosamente nuestros compromisos de reducción del déficit público".

Sobre el método de la reforma, el primer ministro socialista avanzó que en los próximos días va a convocar a sindicatos y patronal, con los que va a discutir también de la política del empleo, de las inversiones, de la formación profesional y del poder adquisitivo.

A continuación, añadió, se asociará el Parlamento a la reforma y una vez concluida la concertación, "el Gobierno asumirá sus responsabilidades como hizo con las pensiones (la reforma que se está tramitando actualmente) y hará propuestas al Parlamento".

El anuncio de Ayrault llega en un momento en que se multiplican las acciones de protesta contra diversos impuestos, y en particular en la región de Bretaña contra la ecotasa, que debía gravar desde comienzos de 2014 a los camiones que circulan por carreteras libres de peaje, pero cuya aplicación ha sido congelada "sine die" por el Ejecutivo en espera de una concertación.

El primer ministro indicó que esa suspensión de la puesta en marcha de la ecotasa durará "el tiempo que haga falta".

Insistió, en cualquier caso, que la que no se suspenderá será la subida del IVA a partir del 1 de enero, que supondrá la subida del tipo general del 19,6 % al 20 % y del reducido del 7 % al 10 %, mientras que disminuirá el súper-reducido.

Ayrault defendió su política de reducción del déficit público en la que "siempre nos hemos negado a recortes brutales en los servicios públicos. No quiero que se nos impongan desde el exterior modelos que no se corresponden a los valores de Francia".