El Gobierno francés liquidará el banco inmobiliario rescatado CIF

  • El Gobierno francés liquidará la actividad del banco inmobiliario Crédit Immobilier de France (CIF), al que otorgó una garantía el pasado fin de semana ante el riesgo de que hoy se viera en la imposibilidad de afrontar sus obligaciones financieras.

París, 3 sep.- El Gobierno francés liquidará la actividad del banco inmobiliario Crédit Immobilier de France (CIF), al que otorgó una garantía el pasado fin de semana ante el riesgo de que hoy se viera en la imposibilidad de afrontar sus obligaciones financieras.

El fin programado de CIF fue una de las condiciones fijadas a su consejo de administración, que el viernes solicitó una garantía pública al Estado, según indicó una fuente del Ministerio de Finanzas citada hoy por "Le Monde".

"El modelo económico del grupo ya no es viable", señaló esa fuente, ya que se basaba en financiarse únicamente en los mercados ya que no tiene negocio de depósitos, algo que no podía mantenerse después de que el pasado martes la agencia de calificación Moody's hubiera rebajado de golpe la calificación de su deuda en tres escalones.

Una de las razones dadas para justificar la liquidación es que ésa será una exigencia de la Comisión Europea, que debe dar su visto bueno a la garantía pública.

El cese de la actividad de esta entidad bancaria dedicada exclusivamente al crédito inmobiliario será progresiva, y teóricamente, podría prolongarse durante años mientras gestione los préstamos que ya tiene en curso. Lo que no podrá es otorgar otros nuevos.

El Ministerio de Finanzas no había precisado hoy el monto exacto de la garantía que va a aportar, que los analistas han cifrado en unos 4.700 millones de euros de forma inmediata y en total en unos 20.000 millones.

El Gobierno, por boca de su primer ministro, Jean-Marc Ayrault, sí que se esforzó en insistir en que todo eso no tendrá ningún coste para el contribuyente, y que tampoco tendrá impacto sobre el déficit público o la deuda.

Otra de las condiciones impuestas por el Ejecutivo para el rescate fue la sustitución inmediata del presidente de CIF, Claude Sadoun, reemplazado por el momento por Bernard Sevez, uno de los administradores.

En el comunicado de presentación de la operación, el departamento de Finanzas decía esperar que Sadoun renuncie a la indemnización por despido de 1,5 millones de euros, que según "La Tribune" ha sido autorizada por Sevez.

El montaje del rescate no plantea una nacionalización del banco, que seguirá formalmente en manos de las sociedades regionales con las que se constituyó en 1908, aunque en la práctica ha quedado bajo la tutela del Estado.

El CIF, que aseguró en un comunicado que gracias a las garantías del Estado podrá "respetar el conjunto de sus compromisos financieros", cuenta con algo más de 300 sucursales en Francia donde trabajan 2.500 empleados, y tiene otorgados unos 34.000 millones de euros en créditos (el pasado año concedió 5.100 millones), de los cuales 1.404 millones considerados de dudoso cobro.

El de esta entidad centenaria es el segundo rescate de un banco francés, después del de Dexia, que ha tenido que ser salvada en dos ocasiones por las autoridades francesas y belgas.

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