El gobierno galo promete más dureza con parados e inmigrantes

    • Los tabúes socialistas se han roto: el gobierno galo anuncia que endurecerá los controles a los parados que piden prestación y el ministro de Interior ha asegurado que "Francia no puede recibir a todo el mundo".
    • La tasa de paro es uno de los principales problemas a los que se enfrenta el ejecutivo galo, al igual que el estancamiento de la economía francesa.
El paro sube un 0,8 por ciento en julio en Francia y marca un nuevo récord
El paro sube un 0,8 por ciento en julio en Francia y marca un nuevo récord

'¿El gobierno es de derechas?'. Es la pregunta que lanzaba al aire la semana pasada el diario 'Libération'. Una pregunta que se repite en los medios franceses, ante las estrictas reformas que quiere imponer el ejecutivo de Hollande. Lo último, Francia quiere asegurarse de que sus parados se dedican a buscar trabajo. El ministro de Empleo del país galo anunció este martes que se endurecerán los sistemas de control a los parados que piden prestación, para tener la seguridad de que "están buscando de manera adecuada un trabajo". Según el ministro, hay 350.000 ofertas de empleo que no se cubren en el país.

La medida llega en un momento difícil para el gobierno galo: tras un rápido cambio de gobierno a finales de agosto, el ejecutivo de Hollande tiene que ganarse a su partido, en especial a los sectores más a la izquierda, que han criticado duramente las medidas de austeridad impuestas por Valls y Hollande. Su popularidad entre los franceses también está en horas bajas: sólo un 36% de los galos valoran positivamente al presidente, el nivel más bajo desde mayo de 2012. Para Valls, la valoración es aún peor: sólo tiene un 17% de aprobación.

Y la posible vuelta de Sarkozy al ruedo político ha provocado nerviosismo entre los socialistas, que ahora apuestan por endurecer sus políticas en temas antes tabú para el sector de izquierdas. Además de los parados, el gobierno galo promete ser más severo con la inmigración.

Bernard Cazeneuve, Ministro de Interior francés ha declarado este martes en Libération que"podemos tener grandes principios, pero Francia no puede recibir a todo el mundo". "No podemos albergar toda la miseria del mundo", recalcó. Estas y anteriores declaraciones de ministros galos han levantado las sospechas de los medios franceses, que han acusado al gobierno, socialista, de ser "de derechas".

El nombramiento de Emmanuel Macron como ministro de economía tampoco ha ayudado con esta imagen. Sustituyó al crítico Montebourg, que cuestionó la política de austeridad, y se considera que es "el ala derecha del partido socialista". De hecho, con su llegada se ha calificado a la política del ejecutivo como 'social-liberal', un cambio del tradicional 'social-demócrata' propio de los movimientos socialistas. Él se defiente: recientemente declaró que "ser de izquierdas no es incompatible con el sentido común".Dureza contra los parados

El ministro de Empleo pidió este martes a Pôle, el servicio gubernamental de búsqueda de trabajo, pago de ayudas y registro de parados, que endurezca su control a aquellos parados que no busquen realmente trabajo. "Es negativo para aquellos que buscan empleo estar al lado de personas que no se dedican a buscar, por eso he pedido a Pôle que refuerze sus controles", declaró.

Je demande à @pole_emploi de renforcer les contrôles pour être sûr que les gens cherchent bien un emploi @itele— François Rebsamen (@frebsamen) septiembre 2, 2014

El anuncio del ministro abre la puerta así a ampliar las prácticas que ya estaba realizando, discretamente, la organización en varias regiones (Poitou-Charentes, Alta Normandia, Provenza-Alpes-Costa Azuly Franche-Comté). Se expandirán a nivel nacional los equipos ya implantados en estos departamentos, dedicados a controlar específicamente la búsqueda de empleo por parte de los parados.

El gobierno galo quiere así evitar los problemas que crea la familiaridad entre los funcionarios y los desempleados, ya que al tener mayor contacto, se ven a diario, los trabajadores de los centros son más reticentes a sancionar a las personas que no dedican su tiempo a encontrar empleo.

El procedimiento, desvelado por 'Le Monde' es el siguiente: los trabajadores sociales reciben cada día una lista de parados a controlar, y proceden a comprobar si estos han completado programas, si tienen su perfil completado en la web, si se han apuntado a ofertas de empleo. Proceden después a contactar con ellos por teléfono, y, si no han cumplido las espectativas, les mandan un cuestionario pidiendo que ofrezcan mails enviados a empresas o una copia de su diario de búsqueda de empleo. Si no responden, o no tienen suficientes pruebas, se les da una advertencia de 15 días, tras los cuales se les puede sancionar.

La noticia ha provocado sorpresa entre algunos electores, ya que el Partido Socialista criticó duramente medidas de este tipo propuestas por Sarkozy. El expresidente conservador propuso un referéndum sobre el tema, calificado por los socialistas como "particularmente chocante". En un comunicado acusaba al exlíder de UMP "lejos de aportar soluciones, prefiere llevar al escenario la culpabilización de aquellos que sufren por sus errores políticos (...) ¿Quien puede creer que los 6,2 millones de franceses que se inscriben en las listas de desempleo lo hacen por placer o por pereza?".

La tasa de desempleo es un problema crítico para el ejecutivo, ya que se ha incrementado en medio millón desde la llegada de Hollande al poder, signo de que sus medidas de austeridad no están teniendo todavía el efecto deseado. Ya hay3.424.400 parados en Franciay nueve meses de subidas han dejado la tasa de desempleo en el 9,7%.

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