El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dado un golpe encima de la mesa en la cuestión de Cataluña, atacando donde más duele: su financiación. El Ejecutivo ha tomado la decisión de centralizar el control de transferencias de fondos a la región, en pleno conflicto por la proclama separatista.
Esta decisión se une a la tomada por el ministro de Economía, Cristobal Montoro, que ha amenazado con restringir los fondos provenientes del FLA (Fondo de Liquidez Autonómica) y del Mecanismo de Pago a Proveedores. El ministro declaró este martes que el Estado “no está para financiar las veleidades independentistas de ningún gobierno de autonomía”.
Montoro indicó que no dejaría de pagar “la sanidad, la educación o la residencia de loas personas dependientes”, pero que se negaba a financiar “objetivos políticos ilegales”. En este sentido, fuentes citadas por el diario 'El Mundo' indicaron que Economía estaría intentado restringir el flujo de dinero proveniente del FLA, cuando no vaya destinado a servicios públicos.
El FLA ha sido un mecanismo imprescindible para que Cataluña pueda sortear la rigidez de la crisis y la cuantía de su deuda. Desde 2012, año de creación del fondo, la región ha recibido 37.500 millones de euros. La situación económica de la Generalitat es desesperada y de sobra son conocidos sus problemas para pagar deudas, tales como las que tiene con las farmacias de la región.
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